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«No vamos a descansar hasta que se aclare la muerte de nuestra hija»
La familia de la niña de 19 meses fallecida en Ibias días después de atragantarse con una palomita duda de la actuación de los médicos
TORMALEO Actualizado: GuardarLa iglesia parroquial de San Jorge, en Tormaleo (Ibias), se quedó ayer pequeña para acoger a los varios centenares de personas que quisieron dar su último adiós a la pequeña Ana y acompañar en este duro momento a sus padres, Cecilia Fernández y Óscar Suárez. Ambos aseguraron ayer que no van a descansar y que seguirán luchando «hasta que se aclare todo lo sucedido».
La niña, de 18 meses, falleció el jueves 14 de marzo después de que el sábado anterior, por la mañana, se atragantase con una palomita. Comenzaba entonces para esta familia de Ibias un periplo por varios centros médicos que acabó en el Hospital Central de Asturias el sábado 9 de marzo por la tarde. «Yo les insistí en que la niña se había tragado la palomita de maíz y no me creyeron. Me dijeron que para ellos la cría no tenía nada dentro. Que hiperventilaba de un pulmón, pero que podía ser moco y que no valoraban hacerle una broncoscopia a una niña tan pequeña, ya que la sedación conllevaba sus riesgos. Me dijeron que si lo tenía dentro, la única posibilidad que había era la broncoscopia, pero que eso no se movía de ahí bajo ningún concepto», relataba ayer Cecilia Fernández.
La madre de la niña asegura que la única prueba que le hicieron en Oviedo fueron unas radiografías: «Ni se negaron a la broncoscopia, ni yo les pedí expresamente que se la hicieran. Ellos son los médicos y los que tienen que valorar. Yo simplemente les dije que no había visto el grano de maíz en los vómitos de la niña y que yo estaba convencida de que lo tenía dentro».
La opinión de los médicos
Cecilia señala que tuvieron a la pequeña sin ingerir nada desde las 2 de la madrugada, y sin prestarle demasiada atención hasta que ella misma preguntó por la mañana si le iban a hacer algo. A lo largo de la mañana del domingo pasó a visitarla la cirujana, que les explicó que sería el pediatra el que la valoraría. Éste les comentó que, desde su punto de vista, la niña era paciente de cirugía y no de pediatría y que, en su opinión, no tenía el grano dentro, por lo que la enviaron a casa con la recomendación de visitar en 15 días a su pediatra habitual.
«Así fue, le dieron el alta y la enviaron a casa sin darme más explicaciones ni recomendaciones de ningún tipo, aunque en todo momento la tuve vigilada por si aparecía algún nuevo síntoma. Por mi cuenta la llevé al médico de cabecera a que fuese auscultada», señaló ayer la madre.
Todo transcurría con aparente normalidad hasta que el jueves 14 por la mañana, la niña despertó con tos. Cecilia la cogió en brazos y empezó a notar que se ahogaba: «Llamamos al médico para que viniese a casa y, mientras llegaba, yo misma intenté hacerle el boca a boca. Luego nos trasladamos al consultorio local, donde intentaron reanimarla, pero el médico me dijo que no se pudo hacer nada».
La familia señaló que el informe preliminar de la autopsia confirma que la niña se ahogó con un grano de maíz. Su madre insiste en que en todo momento supo que su hija tenía el grano ahí y que «no me hicieron caso». Además, quiere dejar claro que «hace tiempo que la niña comía de todo, ya no era un bebé. Tenía 19 meses y gran parte de la dentadura. Además, tenía los dientes grandes, varios médicos me lo habían dicho».
Por ahora, prefieren no hacer comentarios sobre las acciones que tienen previsto llevar a cabo. La familia tiene dudas sobre el procedimiento que se ha seguido. «Si todo era tan simple como realizar una broncoscopia ¿por qué no se hizo?. Estamos hablando de salvar una vida», comentaba ayer el tío materno de la pequeña, Basilio Fernández. «Nos dicen que la niña, desde el sábado, está hiperventilando por un pulmón y yo de medicina no entiendo, pero eso querrá decir que no todo funciona lo bien que tiene que funcionar y no comprendemos por qué no se actúa. Algo más se tenía que poder hacer», opina.
Suspensión judicial
Los familiares de la pequeña señalan que el informe de la autopsia es concluyente y por eso se descartó una segunda prueba. La niña iba a ser incinerada el viernes 15, pero ante la posibilidad de que fuera necesaria esa segunda autopsia, la magistrada titular del Juzgado de Cangas del Narcea decidió, por precaución, suspenderla. Según las informaciones del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), tras conocer los resultados de la primera prueba, la familia presentó un escrito renunciando a pedir una segunda autopsia, por lo que la jueza levantó la suspensión y finalmente fue incinerada este lunes.
Desde el TSJA también señalaron que, a fecha de ayer, el juzgado no tenía notificación de que se haya interpuesto ningún tipo de denuncia por parte de la familia. La madre de la pequeña indicó que «todavía no sabemos lo que vamos a hacer, pero mi hija me da fuerzas. Sólo pensar en ella me da fuerzas para seguir luchando y no vamos a descansar. Esto no se va a quedar aquí».