«Soy de la liga oculta de Blanco; él me va arreglando las cosas», afirma el empresario Orozco

La Fiscalía del Tribunal Supremo ha visto indicios suficientes para juzgar al exministro socialista José Blanco por los delitos de tráfico de influencias y prevaricación en el marco del ‘caso Campeón’, la trama de subvenciones públicas a cambio de favores a empresarios.

El fiscal Manuel Dolz considera en un escrito remitido al juez instructor del Supremo, José Ramón Soriano, que Blanco influyó a principios de 2011 para la obtención de una licencia ambiental favorable a la empresa de José Antonio Orozco, vicepresidente de Transportes Azkar y “amigo de la infancia” del ex vicesecretario general del PSOE.

Para ello el exministro de Fomento encargó a su secretario de Estado de Transportes, Isaías Taboas, miembro del mismo partido político que el alcalde de Sant Boi (Barcelona), el PSC, que “removiera” los obstáculos que impedían la concesión de dicha licencia en una nave próxima al aeropuerto de El Prat y que pretendía construir Orozco para dar trabajo a unas 400 personas.

El fiscal considera que la intervención de Blanco fue fundamental para que el ayuntamiento de Sant Boi, tras varias negativas de un funcionario por deficiencias en la obra, aprobase el 7 de marzo de 2011 la concesión de la licencia, por la que Orozco se ahorró un sobrecoste de entre 175.000 y 500.000 euros. Tres días después, el propio empresario mandó un sms a su “amigo” Blanco para agradecerle su intervención.

"Nos confeccionaron las alegaciones"

Previamente, el “amigo de la infancia” del exministro –ambos nacieron en Palas del Rey (Lugo)- se pavoneó en varias conversaciones telefónicas intervenidas de su cercanía a Blanco. “El encuentro con el alcalde de Sant Boi ha ido estupendamente, como no podía ser de otra manera nos confeccionaron hasta el escrito de alegaciones”, cuenta a un conocido el 9 de febrero.

Un día después comenta a otro interlocutor: “Siempre es bueno tener un amigo en el gobierno de tu país” y asegura que es de la “liga oculta” de Blanco, que “nunca procura quedar con él en ningún sitio notorio donde se nos pueda ver y que él me va arreglando las cosas”, refiriéndose a Blanco. Un mes después los trámites de la licencia ya estaban solventados.

Por su parte, el fiscal no incluye los indicios de cohecho contra el exministro, por los que también estaba imputado. En concreto, sobre los supuestos pagos en billetes de 500 en una gasolinera de Lugo que reveló el industrial farmacéutico Jorge Dorribo, cerebro del ‘caso Campeón’ y principal imputado en la trama.