Acuerdo condicionado en Iberia tras la ruptura de la unidad sindical y las dudas de los pilotos
El Gobierno, a un paso de lograr su objetivo de que no haya huelga en Semana Santa tras la intervención del mediador
MADRID Actualizado: GuardarLos sindicatos mayoritarios entre los tripulantes de cabina y los trabajadores de tierra (CC OO, UGT, SITCPLA, ASETMA, USO y CTA-Vuelo, que representan al 93% de la plantilla) han aceptado este lunes los términos de la propuesta del mediador en su conflicto con Iberia -el consejo de IAG, su matriz, se pronunció el domingo en el mismo sentido-, aunque no la suscribirán hasta el miércoles a la espera de someterla antes a consulta por sus bases. Una vez que éstas la refrenden -como esperan los negociadores-, se procedería a la desconvocatoria de la tercera semana de huelga en la aerolínea, cuyo inicio está previsto para el lunes próximo. Sin embargo, el previsible acuerdo -que en la práctica supone la paralización del expediente de regulación de empleo (ERE) forzoso formalizado por la empresa el pasado 12 de febrero y la apertura de un nuevo proceso negociador interno, "un paso necesario" para buscar una solución de fondo, según coincidieron varias de las centrales dispuestas a firmar el documento- ha provocado ya la ruptura de la unidad sindical.
Los sindicatos minoritarios STAVLA (de tripulantes de cabina), CTA-Tierra y CGT mostraron su rechazo a la propuesta del catedrático de Derecho Privado Gregorio Tudela, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y experto en la jurisdicción laboral, mientras que los representantes de los pilotos mantuvieron una posición ambigua, interpretada como un rechazo por las otras partes. Y es que aunque el SEPLA no anunció su voto negativo, al justificar su posición sí dijo que el documento presentado «no cumple los mínimos que nos exigía nuestro colectivo». Por ello, no ve "posibilidades de firmar", si bien ha abierto un período asambleario de 15 días para que el conjunto de sus afiliados tome esa decisión.
La sensación, no obstante, es que la ruptura de la unidad sindical mantenida en Iberia desde diciembre pasado ante el ajuste severo que pretende la aerolínea puede ser ya un hecho, aunque el jefe de la sección sindical del SEPLA para Iberia, Justo Peral, negó tal extremo pese a admitir que "cada uno tendrá sus fórmulas para buscar los objetivos", es decir, para asegurar el futuro de la empresa. Y es que la petición fundamental de los pilotos sigue siendo que también se incluya un plan de crecimiento a partir de 2015 -cuando concluyan los principales ajustes que se inician ahora-, o en su defecto una cláusula de garantía de empleo (para evitar nuevos despidos).
El mediador, "optimista"
En el planteamiento de Tudela -que mostró su "optimismo" en que el acuerdo se termine firmando este miércoles, al no ver "ningún escollo" para que los sindicatos se sumen a él (Iberia ya lo ha hecho)- figura, asimismo, un ajuste salarial directo del 14% para pilotos y tripulantes de cabina y del 7% para el personal de tierra, que aumentaría en otros cuatro puntos si en un mes ambas partes no llegan a un acuerdo sobre el incremento de la productividad. Junto a eso se congelaría la antigüedad en el periodo 2013-2015, se anularía la cláusula de revisión salarial para 2012 y se reducirían un 5% las aportaciones al Fondo Mutual. Eso sí, recomienda aplicar al ERE las condiciones del expediente que está en vigor desde 2001 (más ventajosas) en vez las más severas que recoge la última reforma laboral.
El resultado de la mediación puede ser rechazado por las partes, pero en el caso de ser aprobado por una mayoría -como parece probable, aunque parte de los trabajadores encuadrados en plataformas alternativas acusaron este lunes a los sindicatos de "venderse" a la empresa e incluso increparon a sus negociadores a la puerta de la reunión que mantuvieron en la sede de la UAM- sería de "obligado cumplimiento para todas", según manifestó el propio mediador a varias, entre ellas el SEPLA. Y es que una de las cláusulas del posible acuerdo es que hasta se constituya una comisión mixta que verifique el cumplimiento de sus términos -hay un plazo máximo de seis meses para ello- debe "mantenerse la paz laboral", es decir, nadie podrá convocar nuevos paros en ese tiempo. Este era el objetivo principal del Gobierno a proponer a Tudela: que no hubiera huelga en la Semana Santa.
Desde las filas del Ejecutivo la ministra de Fomento, Ana Pastor -principal impulsora de este proceso mediador- manifestó este lunes su deseo de que se confirme el acuerdo en los próximos días y así se pueda “volver a la normalidad” en sectores tan importantes como el transporte aéreo y el turismo, hecho que estima "fundamental" porque "se acerca la Semana Santa". Por su parte, el titular de Industria, José Manuel Soria, señaló que la fusión suscrita hace cinco años entre Iberia y British Airways dentro del ‘holding’ IAG -una de las raíces de la problemática actual en la aerolínea española- "no ha sido equilibrada" como demuestra la distribución de rutas e ingresos entre ambas; "para la primera han disminuido y para la segunda han aumentado, y eso es un hecho", concluyó en declaraciones a la emisora canaria 7,7 Radio.