El Manchester mide la catarsis madridista
El conjunto blanco ha pasado en unos días de ser un equipo desahuciado a avistar un futuro prometedor con una primera parada en Manchester
MADRID Actualizado: GuardarLa semana perfecta del Real Madrid es un punto y seguido que mira ahora hacia Manchester. Los jugadores y técnicos bancos han pasado en apenas unos días de sentir la afilada espada de Damocles sobre sus cabezas a empuñar el estandarte del buen juego y del carácter ganador. Del pesimismo generalizado que apuntaba a la eliminación de la Copa del Rey ante el Barça, la debacle en el derbi liguero en el Bernabéu y una noche trágica en Manchester, se ha pasado a una euforia desbordada que ya ve cercano el título copero ante el rival atlético y un pase a cuartos épico, con una actuación de 'Tony' en el 'Teatro de los Sueños' incluida.
La catarsis madridista ha sido tan drástica y profunda que ha convertido en caballero a un equipo desahuciado en la liga y con muy mala pinta en el resto de competiciones y en lacayo a su eterno opuesto, al que ha llevado al otro lado del espejo. Los dos derbis han mostrado una imagen tan pobre del Barça que se ha borrado de un soplido de la efímera memoria de los aficionados el recuerdo de un estilo que todos habían tomado como el paradigma del buen juego y se ha transformado en una acumulación de pases intrascendentes ante los ojos de muchos de sus seguidores.
Además, la plantilla muestra, al menos de puertas para afuera, una imagen de unidad y de grupo compacto muy alejada de épocas anteriores con clanes, inadaptados, desplazados o incomprendidos.
El Madrid ha sabido lamer sus heridas a tiempo y ha mostrado el poderío y la pegada que le acompañó durante la campaña anterior. Incluso el infame partido del sábado, en el que ni los locales ni los azulgranas quisieron o pudieron estar a la altura, los de Mourinho demostraron que tienen un poso ganador que se ha impregnado incluso en los suplentes. El triunfo en el Camp Nou transformó en intrascendente un choque que podía tener su importancia en caso de haber sido eliminados los de Chamartín. Esto podía haber obligado al técnico portugués a elegir un once con muchos habituales para dar una buena imagen en el coliseo blanco y recuperar la confianza para Old Trafford. Pero la sanadora clasificación, con el Madrid más contundente de los últimos años en un partido grande, dejó a Mou las manos libres para dar la vuelta a su equipo y dejar a su artillería pesada descansando en la retaguardia, esperando la gran batalla inglesa.
El luso se divirtió moviendo sus piezas a su antojo y jugó al despiste . Si Ferguson vio el choque, o decidió no tener en cuenta las probaturas de su rival o tomó mil notas sin sentido. Pepe de mediocentro, Essien en el lateral derecho, Cristiano de delantero centro y Arbeloa desplazado a la izquierda. Solo faltó que Kaká jugara de central... Aunque, con un mínimo análisis de los clásicos, el escocés debe concluir sin dudas que el rival que se encontrará en Inglaterra será prácticamente idéntico al presentado en la Ciudad Condal. Quizás la única duda esté en si la punta de ataque estará ocupada por Higuaín, Benzema, Kaká o por ninguno de ellos.
Además, Sir Alex habrá sacado en claro que deberá prestar mucha atención al poderío físico de los madridistas y su olfato goleador cuando el balón sobrevuela las inmediaciones de la portería. Al gol de la ida de los octavos de Cristiano, debe sumar los dos de Varane y el de Sergio Ramos al Barça. Es verdad que la contundencia que muestran en el área pequeña rival se convierten muchas veces en dudas en la propia. Pero hasta en eso el Madrid ha mejorado, gracias, en parte, a la aparición estelar de Diego López. El lucense (y la lesión de Casillas) ha borrado con buenas actuaciones la crisis abierta por el propio Mourinho en la portería blanca.