Polémica en internet

¿Tiene el activismo precio?

El pago por tuits para promocionar recogidas de firmas online empieza a cobrar fuerza | Change.org dice ser ajena a la forma en la que los usuarios promocionan sus propuestas

MADRID Actualizado: Guardar
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A lo largo de esta semana se ha generado cierto revuelo en la red por una iniciativa surgida a través de la plataforma Change.org. En ella se pide al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que presente, con el apoyo del grupo socialista en el Congreso, una moción de censura "para manifestar el malestar de millones de ciudadanos con el actual Ejecutivo". La polémica surgió por las herramientas que el autor ha usado para promocionar la idea: pagando 0,30 céntimos de euro por cada retuit que incluya el enlace de la petición.

El primer foco de atención se puso sobre Change.org. La plataforma, que recibe alrededor de 15.000 iniciativas mensuales, ya había sido acusada de falta de transparencia por el casi millón de firmas que, en apenas una semana, había recibido la petición estrella del servicio: la que pide la dimisión de la cúpula del PP por los papeles de Bárcenas. ¿La razón? No se exige el DNI y algunos internautas han asegurado que se puede firmar dos veces con el mismo correo electrónico. Francisco Polo, director de la plataforma en España, ya ha respondido que este último extremo es "falso" y que todas las firmas son "fidedignas", dando detalles de cómo controlan los ataques de 'spam'.

En esta ocasión, es el director de comunicación de la plataforma, Albert Medrán, quien responde a la duda sobre la promoción de estos: "Nosotros no podemos hacer nada porque la promoción de las iniciativas se hace fuera de nuestras plataformas y, en realidad, no contradice las condiciones de uso de Change.org". En este sentido, Medrán considera que "no hay una relación directa" entre la promoción que una iniciativa puede tener en las redes sociales y sus apoyos reales en la plataforma Sin ir más lejos, hasta el miércoles 6 de febrero la iniciativa solo había recabado 72 firmas. Por otro lado, sentencia, "detrás de cada firma hay una persona".

Enrique Laso, el impulsor de la propuesta, se muestra más tajante: "Es una forma, como cualquier otra, de hacer publicidad de una iniciativa". Escritor, afiliado al PSOE y profesional del marketing independiente desde hace seis años, Laso asegura que dirigió la propuesta a Rubalcaba porque cree que "su actitud frente a la actual crisis económica, ética y política es totalmente pasiva. El PSOE es el principal partido de la oposición, y tiene una responsabilidad que asumir. El malestar ciudadano es muy grande, y un cauce democrático que existe para que el líder de la oposición lo haga palpable es la presentación de una Moción de Censura".

En este sentido, cree que "cada día se acumulan los motivos: por ejemplo la negativa a una comparecencia monográfica o a la creación de una comisión de investigación". Pero deja clara una cosa: Es voluntad de las personas apoyarla o no. He incentivado dar a conocer mi propuesta, no he incentivado el firmarla. Y por supuesto que es ético. Es tan ético como hacer publicidad, por ejemplo, de la lucha contra el cáncer, el apoyo a ONG's, las cuestaciones de la Iglesia o el voto a un partido político concreto".