Ferdinand Alexander Porsche, creador del 911. / Archivo
AUTOMÓVILES

911, 50 años de un sueño sobre ruedas

El modelo icono de Porsche sobrevive tras siete generaciones del mismo concepto, pero siempre con las mismas premisas: deportivo-utilitario, de diseño y funcional

MADRID Actualizado: Guardar
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Si alguien piensa en Porsche, la primera imagen que le viene es la de un 911, un coche que es un icono para la firma de Stuttgat y para millones de aficionados al motor de todo el mundo. Desde su debut como modelo 911 en el Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort, en septiembre de 1963, ha sido considerado como el deportivo por excelencia, la referencia para el resto. El 911 también es el punto central en torno al que giran los demás modelos de la gama Porsche.

En la casa matriz alemana están orgullosos de su producto. Nada menos que se han vendido más de 820.000 ejemplares del Porsche 911, que no fue nunca nada barato, lo que le convierte en el deportivo de más éxito del mundo. Para cada una de sus siete generaciones, los ingenieros de Zuffenhausen y Weissach lo han reinventado una y otra vez, demostrando la fuerza innovadora de la marca. El 911 reconcilia contradicciones tales como deportividad y uso diario, tradición e innovación, exclusividad y aceptación social, diseño y funcionalidad. Ferry Porsche fue quien mejor describió sus cualidades inigualables: "El 911 es el único coche que puedes conducir en un safari por África o en Le Mans, el único que puedes usar para ir al teatro o entre el tráfico de la ciudad de Nueva York".

Junto a sus líneas clásicas, el 911 se ha distinguido siempre por su tecnología. Muchas de las ideas y tecnologías que se han estrenado en el Porsche 911 fueron concebidas en las pistas de competición. De hecho, dos terceras partes de las 30.000 victorias de Porsche en competición se deben al 911.

Durante estos 50 años, el modelo ha tenido siete generaciones. El prototipo presentado en sociedad en 1963 como 901 fue bautizado finalmente como 911 para su puesta de largo en el mercado. Su motor bóxer de seis cilindros refrigerado por aire tenía 130 caballos, lo que le permitía al modelo alcanzar una impresionante velocidad máxima de 210 kilómetros por hora.

La segunda generación, serie G, nació diez años después. Destacaba por sus prominentes paragolpes de fuelles, una innovación diseñada para cumplir con los últimos estándares de crash test en Estados Unidos. En 1974 recibió su primer Turbo, con un motor de tres litros de 260 caballos y un enorme spoiler trasero. Sus 300 caballos le convertían en el mejor de su categoría.

En 1988 nació el 911 Carrera 4 (964). Después de quince años de producción, la plataforma 911 fue renovada radicalmente al incorporar un 85% de nuevos componentes. Su motor bóxer, de 3.6 litros y refrigerado por aire, desarrollaba 250 caballos. Exteriormente el 964 se diferenciaba poco de sus predecesores, salvo unos paragolpes de poliuretano aerodinámicos y un spoiler trasero que se desplegaba automáticamente.

En 1993 llegó el 911 con el código interno 993, el último refrigerado por aire. El 993 se ganó rápidamente una gran reputación por su excepcional fiabilidad. Cuatro años más tarde el 996, refrigerado por agua supuso un punto de inflexión. Mantenía todo el carácter de su herencia clásica, pero era un automóvil completamente nuevo. Gracias a sus culatas de cuatro válvulas por cilindro lograba 300 caballos de potencia y abría nuevos caminos en términos de reducción de emisiones, ruidos y consumo de combustible.

Ya en el siglo XII nació el 997. Los faros ovalados transparentes, con los intermitentes separados en el faldón delantero, era un retorno visual a los antiguos 911. Su motor bóxer de 3.6 litros desarrollaba 325 caballos de potencia y, para el Carrera S, de 3.8 llegaba a los 355 caballos.

En 2011 apareció el 991, que representa el mayor salto tecnológico en la evolución del 911. Técnicamente el 911 es el paradigma del concepto Porsche Intelligent Performance (Prestaciones Inteligentes de Porsche), consumo de combustible aún más bajo y prestaciones superiores. Esto se debe en parte a la menor cilindrada del modelo Carrera básico, que tiene 3.4 litros pero desarrolla 5 caballos más.