Saiz y Belda se desvinculan de Eufemiano, que reclama su «derecho a mentir»
El exdirector del Liberty reconoce que accedió a que Heras, entre otros, fuese tratado por el doctor, mientras el ex del Kelme ataca a Manzano, a quien temen los imputados
MADRID Actualizado: GuardarDurante su declaración ante la magistrada que instruye la ‘operación Puerto’, Manolo Saiz y Vicente Belda negaron este viernes cualquier vinculación profesional con el doctor Eufemiano Fuentes, que tras la cuarta sesión del juicio a la mayor trama de dopaje descubierta en España llegó a reclamar su «derecho a mentir». El médico canario insistió ante los periodistas en que estaría dispuesto a identificar a sus clientes si la juez se lo solicitara, pero una vez que su desafío fue rechazado el miércoles, se acogerá, como ya era sabido, al «secreto profesional» para no desvelar los nombres que espera medio mundo.
Eufemiano, cuya inteligencia y dotes de actor causan sensación entre la prensa internacional, incluso volvió a recurrir a la ironía cuando se le preguntó el significado de las siglas ‘RSOC’ aparecidas en uno de los documentos intervenidos por la Guardia Civil en mayo de 2006. «Puede ser la marca de un buen vino», respondió el principal imputado por un delito contra la salud pública, al igual que Saiz y Belda, aunque los exdirectores deportivos del Liberty y del Kelme aseguraron que no tenían conocimiento de los tratamientos llevados a cabo por Eufemiano y, por supuesto, de las autotransfusiones sanguíneas.
Manolo Saiz sí reconoció que permitió que corredores suyos como Roberto Heras, Marcos Serrano y Ángel Vicioso fueran tratados por el doctor Fuentes, aunque insistió en que en ningún momento sabía en que consistía el «seguimiento» al que el médico les sometía. Por su parte, Vicente Belda garantizó que ninguna de las bolsas de sangre incautadas hace siete años pertenecen a ciclistas que estuvieron a sus órdenes en el Kelme o el Comunidad Valenciana.
La vida nocturna de Manzano
Belda también ha decidido atacar con virulencia a Jesús Manzano, al que Eufemiano tilda de «cocainómano» y a quien el exdirector alicantino acusa de fiestero y de haber mantenido una estrecha relación con el fallecido ‘Chava’ Jiménez. «A Manzano le gustaban mucho los viernes y un día se fue con el ‘Chava’ y cuando regresó el lunes su madre me llamó llorando pidiéndome que hiciese algo. En la penúltima etapa de la Vuelta de 2003 le pillamos con una señorita en la habitación que no era su compañera habitual y le expulsamos», relató Belda, ante quien se querellará la defensa de Manzano -el ciclista que destapó la trama de dopaje en el Kelme- por atentar a su honor.
Sainz no optó por la vía de desacreditar a Manzano, pero sí admitió que Roberto Heras, el campeón de la Vuelta a España 2005 que fue cazado y sancionado por consumo de EPO, llegó a solicitarle «un día» permiso para ser cliente de Fuentes y que accedió a sus deseos, pero el exdirector cántabro de la Once y el Liberty defendió su comportamiento. «Acceder no es hacer de intermediario», señaló. «También accedí después cuando me lo pidieron Serrano y Vicioso, porque habían trabajado con el doctor Fuentes y su palmarés y categoría profesional era contrastada», añadió Saiz, quien reiteró desconocer «las prácticas del doctor Fuentes ni de ningún doctor» que no formase parte de su equipo. «Mi relación profesional con Fuentes (exmédico de la Once) acabó en 1991, y desde entonces jamás estuve con él en compañía de ningún ciclista», añadió.
Belda, que estuvo con Eufemiano en el Kelme, coincidió en señalar que una vez que terminó la relación laboral del doctor, el exdirector alicantino no recomendó a ningún ciclista que se llegase a tratar con él. Ninguno de los cinco imputados -los otros dos son Yolanda Fuentes y el preparador físico Ignacio Labarta- ingresará en la cárcel, ya que solo pueden ser castigados con dos años de prisión y el mismo tiempo de inhabilitación para ejercer su profesión, porque no son juzgados por un delito de dopaje. Sin embargo, se confirma que, aparte de miedo al estadounidense Tyler Hamilton, que declarará como testigo el 19 de enero, los acusados también temen las declaraciones de Manzano, acusación particular.