reforma migratoria

«Ha llegado la hora de una reforma migratoria integral»

Obama advierte de que si el Congreso no actúa pronto, él enviará su propia propuesta que garantice "un proceso justo"

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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El presidente estadounidense, Barack Obama, ha proclamado que "ha llegado el momento" de aprobar una reforma migratoria en Estados Unidos, al tiempo que ha advertido al Congreso de que debe actuar en este sentido o él mismo aprobará una reforma profunda de la política con los inmigrantes.

"Ha llegado el momento" de la reforma migratoria, ha afirmado el mandatario estadounidense, que ha repetido cuatro veces esa misma frase para enfatizar su mensaje ante un auditorio en el que, posteriormente, se han escuchado gritos en español con el lema 'Sí, se puede', con el que logró su primera victoria en las elecciones presidenciales de noviembre de 2008.

El acuerdo entre senadores demócratas y republicanos, conocido el lunes, permitiría legalizar a los ciudadanos indocumentados, después de que estos se registrasen ante el Gobierno, pagasen una multa y superasen un período de prueba durante el cual podrían trabajar. En última instancia, podrían solicitar la condición de permanente.

Obama ha detallado algunas de sus propuestas, entre las que destacan mantener el control de la frontera, reprender a los empresarios que contraten a personas en situación irregular, aprender inglés y no tener antecedentes para conseguir la ciudadanía. El presidente ha defendido las deportaciones durante su primer mandato y el refuerzo del control de fronteras, aunque ha reconocido que se deben aprobar cambios respecto a los nueve millones de personas que trabajan de forma ilegal en el país.

"Sí, se puede"

"Por primera vez en muchos años, los demócratas y los republicanos parecen dispuestos a atajar estos problemas", ha indicado, aunque no se debe permitir que "la reforma migratoria se quede en una debate sin fin". "Sabemos dónde debe estar el consenso", ha comentado el presidente estadounidense. "Si el Congreso no se pone de acuerdo para actuar, yo enviaré mi propia propuesta", ha añadido.

Varios de los congregados han gritado "Sí, se puede" en español, el lema de las elecciones presidenciales que llevaron a Obama a la Casa Blanca en 2009. "Los inmigrantes no vienen buscando problemas, vienen buscando un futuro", ha afirmado el mandatario, que ha vuelto a subrayar que Estados Unidos es "un país de inmigrantes" que debe seguir incentivando la llegada de "las mentes más inteligentes".

Obama ha mencionado a los denominados "dreamers", los que llegaron siendo menores a Estados Unidos y los que más se beneficiarán de la reforma, ya que podrán permanecer en el país de forma legal. El presidente ha indicado que el proceso de regularización será largo pero "justo". Obama ha mencionado en varias ocasiones que "este es el momento" para aprobar una reforma migratoria. "Todos viven en comunidades y llevan a sus hijos al colegio. Construyen esta nación", ha indicado. "Creen en la fe que cualquier persona en cualquier lugar puede construir el siguiente capítulo de nuestra gran historia", ha argumentado.

Durante el discurso, el presidente ha ido mencionado diferentes casos de inmigrantes que se encontraban en la sala y que consiguieron los papeles para poder estudiar y trabajar en Estados Unidos. "En este debate al final alguien siempre se olvida de que los que hoy somos 'nosotros' antes éramos 'los otros'", ha subrayado.

Plan bipartidista

Ayer, tres senadores demócratas y dos republicanos presentaron un marco inicial para una reforma migratoria en Estados Unidos que pueda legalizar a unos once millones de indocumentados y que esperan que pueda ser presentado por el Senado esta misma primavera.

Dicha propuesta, que lleva la firma de los senadores republicanos Marco Rubio (Florida), John McCain (Arizona), Lindsey Graham (Carolina del Sur) y Jeff Flake (Arizona) y los demócratas Robert Menéndez (Nueva Jersey), Charles Schumer (Nueva York), Dick Durbin (Illinois) y Michael Bennet (Colorado), da preferencia para regularizar su situación a aquellos que llegaron a Estados Unidos siendo menores y han crecido y han sido educados en el país, así como a los trabajadores del sector agrícola y ganadero que durante largo tiempo han soportado situaciones laborales muy precarias.

El marco legal propuesto pretende reparar un sistema que consideran "roto" y que ha motivado que alrededor de once millones de inmigrantes indocumentados se hayan visto abocados a vivir "en la sombra". Aquellos que hayan dejado que sus visados caducaran para quedarse en Estados Unidos de manera ilegal deberán someterse a controles de antecedentes y pago de multas e impuestos antes de optar a un permiso permanente o 'green card'. No obstante, los jóvenes que llegaron a Estados Unidos cuando eran menores, los llamados "dreamers", y los trabajadores ilegales del sector primario tendrán preferencia en el proceso de legalización, según la propuesta.

La iniciativa incluye la creación de un sistema nacional de verificación de contratación de extranjeros que responsabilizará al empleador del intento de contratar a trabajadores sin papeles. La propuesta del Senado también plantea que se cree un sistema más efectivo para controlar las entradas ilegales, reforzando los sistemas de control fronterizo, así como que se mejoren los programas de atracción de nuevos inmigrantes de manera legal.