Los 'tuitervidentes'
Las redes sociales ofrecen datos complementarios sobre gustos de la audiencia a los que los audímetros no llegan
MADRID Actualizado: GuardarUn arrebato de Ylenia en la casa de 'Gandia Shore' crea una nueva crisis entre los 'tetes'. Miles de comentarios en Twitter hacen que la deslenguada rubia de Benidorm suba como la espuma entre las tendencias del día. Otros se dedican a buscar la canción de fondo y hay quien intenta dar con el último garito que se ha visto en el programa. "La doble pantalla ha sacado a flote a un nuevo tipo de espectador activo que ha cambiado el mando por la tableta o el móvil", explica Carlos Sánchez, cofundador de Tuitele, una de las pioneras españolas en lo que a televisión social se refiere. "Gracias a ello se puede tener 'feedback' en tiempo real. Es posible saber qué personajes, colaboradores o secciones gustan más", contesta al ser preguntado por estos nuevos puentes con los espectadores.
Cada día es más habitual ver varios 'hastags' con los que las cadenas quieren cazar al máximo número de 'tuitervidentes' para generar el mayor ruido posible en la Red. "Las audiencias sociales no han nacido para sustituir a los audímetros, sino para complementarlos", aclara Sánchez, quien admite que ve probable, "vista la evolución de ciertas tecnologías" que el día de mañana la tarea de medir el seguimiento pueda recaer sobre las televisiones inteligentes.
Pone de ejemplo de este fenómeno a 'Gandia Shore', programa para el que trabajaron recientemente. Aunque fuese récord de audiencia de la cadena no tuvo un 'share' que destacase demasiado. Sin embargo, ha sido el tercero más comentado desde que se tienen en cuenta estos valores. "115.000 personas, de una audiencia media de 900.000, estuvieron comentando el primer programa", explica sobre un apartado que cada día interesa más a los anunciantes.
"Lo que no es posible es replicar el modelo de medición televisivo", sostiene Josu Aurrekoetxea, de Globalinmedia, quien cree que hay una "obsesión por los datos cuantitativos" cuando en las redes sociales, al contrario que en el actual sistema, no se puede dar validez estadística al no poder acortar un universo de muestra. La empresa para la que Aurrekoetxea trabaja monitorizó, entre otras cosas, la imagen de Mediaset en internet a raíz de la crisis de 'La Noria' y más recientemente, hizo lo propio con 'La Voz'. Buceando en las redes sociales, se pudo saber que muchos seguidores del programa no veían con buenos ojos las sillas que pusieron a los asistentes de los 'coaches' por tratarse de gente de entidad como Luis Fonsi.
Sostiene que es imprescindible seguir los comentarios acerca de los programas que rivalizan en la misma franja horaria y que el seguimiento debe ir más allá de la emisión en directo. "La gente habla de 'Sálvame' a la mañana siguiente y también lo hacen cuando ven un programa de días pasados en la web de la cadena", argumenta. Cree que, en un futuro cercano, es improbable que llegue la jubilación los audímetros. "Prudencia y convivencia. Eso es lo necesario", contesta admitiendo la creciente importancia de las redes sociales en la elaboración de programas. Algo que ha llevado al gigante de las mediciones Nielsen a asociarse con Twitter para dar con una norma que rija la recolección de estos datos. Por ahora tampoco ve probable que las 'Smart TV's' sirvan para medir que consuma la gente. "La cantidad de estos dispositivos conectados que se compran en España es muy bajo y el uso de los mismos, más que para consumir televisión, es menor", opina. Una tesis que apoyan estudios como el de NPD Group que dicen que solo el 10% de estos aparatos se usan para navegar en internet.
"Llegará un momento que no utilizaremos la expresión televisión social", augura Gonzalo Martín, socio de Territorio Creativo, sobre la tendencia de sentarse en el sofá conectándose a internet con el móvil. "Se hizo difícil ver una retransmisión de fútbol en Telecinco sin esperar un 'Gracias, Sara! . La gente estaba esperándolo y a Telecinco se les puede imaginar haciendo esfuerzo por no decirlo", recuerda sobre el impacto de la pasada Eurocopa. "Esto hace que el contenido y su experiencia cambie y aumente por si misma sin que lo haya producido la cadena", apunta. Ese flujo interactivo, según Martín, "condiciona la experiencia de visionado".