Rajoy y Merkel chocan por primera vez en público

Mariano Rajoy ya no quiere ser solo el alumno más aventajado de la política de austeridad que predica Angela Merkel. El presidente español, durante la clausura de la Cumbre América Latina-Caribe y Unión Europea (Celac-UE) –a la que también ha asistido Angela Merkel-- ha pedido a los países más boyantes de la UE como Alemania que practiquen “políticas expansivas”, es decir, que apuesten por el crecimiento. A cambio de este esfuerzo, los estados con problemas de financiación como España o Italia y los que tienen sus economías intervenidas como Grecia, Portugal o Irlanda, persistirán en su lucha contra el déficit público.

Rajoy ha mostrado por primera vez en Chile sus discrepancias el público con Merkel. España no quiere otro año de sacrificios sin recompensa. La subida de impuestos, la bajada de salarios, el recorte en gasto social y su decidida apuesta por el déficit cero tienen que tener algún tipo de contraprestación, sobre todo a la hora de luchar contra el desempleo.

No ha sido el único punto de fricción entre ambos, que han mantenido dos breves encuentros en Santiago de Chile. El primero, antes de la cena de gala del sábado y el segundo, esta misma mañana –tarde en España-- en el que oficialmente, han abordado cuestiones relacionadas con las perspectivas financieras e integración europea, que serán la base del Consejo Europeo que se celebrará los días 7 y 8 de febrero.

Mientras Rajoy insiste en que 2013 será mejor que 2012 –el ministro de Economía, Luis de Guindos, llegó a decir en Davos que la economía española crecerá en el segundo semestre de este año--, Merkel ha transmitido un diagnóstico poco alentador sobre los efectos de la crisis que, a su juicio, perdurarán durante todo 2013.

Rajoy, durante su discurso ante el plenario de la Celac-UE, ha insistido en la necesidad de dar una respuesta coordinada a la crisis en todos los ámbitos. En su opinión, el primer paso sería lograr una gestión macroeconómica de la zona euro e, incluso de América latina y avanzar en las reformas estructurales. Todo ello, sin caer en la tentación del proteccionismo.

Rajoy, tras recomendar Merkel que España aumente sus exportaciones a América latina, ha destacado el papel de las empresas españolas en la región. “Generan inversión, pero desde una vocación de permanencia y contando con socios locales”, ha espetado. Ahora ofrece a los consorcios de América latina, que gracias a la bonanza de las economías de sus estados comienza a mirar al exterior, que utilizan a España “como puerta de entrada en la Unión Europea”.

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