análisis

Malí: daños (o victorias) colaterales

La sangre ha corrido y sea cual sea el balance final, habrá prevalecido el punto de vista tradicional argelino, la preferencia por lo que llaman los franceses la manière forte

MADRID Actualizado: Guardar
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Un elevado número de bajas habría producido la intervención armada que esta mañana lanzó el ejército argelino en la gran planta de producción de gas de In Amenas, en pleno desierto, cerca de la frontera con Libia.

Informaciones no oficiales, pero que empiezan a ser coincidentes, indican alrededor de una treintena larga de secuestradores y quince rehenes muertos durante el asalto, que recurrió a helicópteros artillados, vehículos y, sobre todo, la presencia de las fuerzas de intervención de élite del bien entrenado ejército argelino.

Nadie, ni el presidente Hollande, ni su ministro de Exteriores, Laurent Fabius, que se encontraba en Bruselas en una reunión con sus colegas de la UE donde la crisis se convirtió en un asunto prioritario, han querido, o podido, dar precisiones y la tendencia general de los informes, incluido el de medios argelinos y al-Jazeera sugiere que se ha producido una carnicería.

Argelia: un "asunto interno"

El comando terrorista, fuertemente armado según algunos rehenes que pudieron informar por sus teléfonos móviles, pertenece a una brigada dirigida por Mojtar Belmojtar, un argelino que combatió a su gobierno durante los años de la llamada guerra civil a puerta cerrada, en la que el ejército liquidó la insurrección islamista, se unió después a “Al-Qaeda en el Magreb Islámico”, pero ahora parece actuar por su cuenta, como un jefe de banda rodeado por fieles de su región de origen, Gardaia, en la parte central del desierto.

Como un residuo de la guerra en Argelia y con innumerables atentados a sus espaldas, Mojtar y su grupo son con un desafío para los poderosos servicios de seguridad argelinos, que habrían recibido autorización del presidente Buteflika para resolver la crítica situación a su manera. Se hizo saber desde el primer momento que Argel, según sus hábitos, no aceptaría ninguna interferencia exterior en el asunto y se reservaba el derecho a manejarlo a su modo.

Previamente, algunos gobiernos de países con nacionales entre los secuestrados habían expresado tímidamente la esperanza de que las autoridades argelinas encontraran el mejor modo de superar la situación y el presidente Hollande dijo estar en contacto con Argel para que la mejor salida pueda ser encontrada.

El modo argelino

Si las informaciones confirman lo indicado sobre la conducta argelina, se estaría ante una mezcla de asunto internacional, en cuanto que vinculado explícitamente por los yihadistas a la intervención francesa en Malí y por su condición de acción contra el terrorismo transnacional, y puramente argelino, en cuanto que la acción tiene lugar en territorio de Argelia y Mojtar y muchos de sus seguidores son argelinos. Esto permitía suponer que el gobierno se atendría a sus criterios, que durante la guerra civil fueron tildados de erradicadores, es decir, implacables.

Esta decisión, que puede ser sostenida desde el punto de vista de la soberanía nacional, iba a abrir con seguridad roces diplomáticos con gobiernos cuyos nacionales estuvieron de inmediato en peligro de ser asesinados. En Londres, el primer ministro no ocultó su malestar por lo que un portavoz suyo llamó cortésmente falta de coordinación y escasa información. Parecían sorprendidos porque, inicialmente, el gobierno argelino dijo haber recurrido a jefes tribales de la región para hablar con los terroristas. Era solo un modo de ganar tiempo…

La sangre, incluida la de civiles extranjeros, ha corrido y sea cual sea el balance final, habrá prevalecido el punto de vista tradicional argelino: una neta preferencia por lo que llaman los franceses la manière forte. Desde un punto de vista solo pragmático es un éxito: los terroristas saben que las tomas de rehenes para alcanzar objetivos políticos en la negociación para su liberación no funcionarán y no está claro si esto es el clásico y penoso daño colateral o una victoria…