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Despliegue en Malí de tropas extranjeras para frenar el avance de los rebeldes

La presencia internacional coincide con la conquista por los islamistas de Kona, a 600 kilómetros de la capital

MADRID Actualizado: Guardar
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La comunidad internacional, con Francia de manera destacada, ha comenzado a movilizarse para detener el avance de los rebeldes salafistas de Malí, que ya han rebasado la frontera imaginaria que separa el sur del país del norte, que controlan desde mediados de 2012, una situación que ha llevado al presidente de ese país, Dioncounda Traoré, a decretar hoy el estado de emergencia y a instar a la movilización general de la población, en apoyo del Ejército.

La ofensiva está encabezada por el grupo Ansar Al Din, apoyado por Al-Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) y Monoteísmo y Yihad en África Occidental (MYAO), grupos que el pasado junio se hicieron con el control del norte de Malí (una vasta región de 850.000 kilómetros cuadrados) donde en abril los tuareg del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) proclamaron un estado independiente.

El presidente francés, François Hollande, ha asegurado que las fuerzas armadas francesas apoyaron hoy a unidades malienses en su intento por frenar el avance de los salafistas. En una breve intervención desde el Elíseo, sede de la presidencia, ha confirmado así la ayuda militar de Francia a Malí y ha asegurado que esa operación "durará el tiempo necesario".

El Gobierno español ha expresado su "solidaridad" con las autoridades de Malí ante la "inaceptable ofensiva" lanzada por los grupos islamistas y ha respaldado la intervención militar francesa, acorde con "la intensidad del desafío de los grupos armados". En el actual escenario, España "seguirá respaldando todas las decisiones y acciones que garanticen la integridad territorial, la democracia y el respeto de los Derechos Humanos en Malí".

Ansar al Din, que el pasado diciembre ratificó un cese de hostilidades con Bamako para intentar avanzar hacia una solución dialogada, se hizo ayer, jueves, con el control de la ciudad de Kona, en el centro-este del país, y aseguró que su ofensiva es "una advertencia para aquellos que quieren intervenir" militarmente en el norte de Mali.

Petición de la ONU

Sanda Uld Bunama, próximo al máximo líder del grupo radical islámico, Iyad Ag Gali, ha comentado por teléfono que la toma de Kona, situada a unos 60 kilómetros al norte de Mopti, capital de la región del mismo nombre, "es solo el principio". Ag Gali insistió en que su grupo lucha por implantar la 'sharía' (ley islámica) y pidió a la comunidad internacional que deje que la crisis de Malí se resuelva entre los malienses. "Las tropas de la ONU, de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) y de la Unión Africana nunca han ganado una guerra", dijo el combatiente de Asar al Din que amenazó con que Malí se convierta en un nuevo Afganistán, una nueva Somalia o un nuevo Irak.

El grupo independentista tuareg, Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) se hizo con el control de la región septentrional de Azawad, que abarca las provincias de Gao, Kidal y Tombuctú, el pasado marzo aprovechando el descontrol que siguió al golpe de estado que el 22 de marzo del año pasado derrocó al presidente Amadu Tumani Turé. Sin embargo, en junio, Ansar al Din, con el apoyo directo del grupo terrorista Monoteísmo y Yihad en África Occidental (MYAO), expulsó al MNLA y extendió su influencia sobre todo Azawad, donde también opera el grupo terrorista Al-Qaida en el Magreb Islámico (AQMI).

Ante este avance rebelde hacia el sur, el primero de esta magnitud desde abril, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió ayer el "despliegue rápido" de la AFISMA en una declaración aprobada tras una reunión de urgencia y solicitó que los países miembros de Naciones Unidas respalden al Gobierno de Bamako y a sus fuerzas militares. Según el portavoz de Ansar al Din los combates han causado decenas de muertos, aunque no dio cifras, y en ellos han capturado soldados malienses y vehículos todos terreno, aunque esta información no pudo ser contrastada por fuentes oficiales.

Fuentes militares confirmaron la caída de Kona y aseguraron que los rebeldes están próximos a la ciudad de Sevare, sede de la última base militar antes de Mopti capital, que situada a menos de 15 kilómetros. Según varios habitantes de esta ciudad, que se encuentra a 635 kilómetros al este de Bamako, el pánico cunde entre la población y muchos comercios, entre ellos las oficinas bancarias han cerrado sus puertas. Las autoridades han enviado refuerzos y fuentes del aeropuerto han confirmado la llegada de un avión en el que viajaban militares europeos, cuya nacionalidad no pudo precisar, aunque dijo que hablaban francés.