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Más ventas, menos fichajes

El fútbol español mantendrá la tendencia exportadora y la reducción de gastos en el mercado de traspasos que se abre el 1 de enero

MADRID Actualizado: Guardar
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Edgar Davis, Gonzalo Higuaín, Juanfran y Dani Alves llegaron como regalos de Navidad a Barcelona, Real Madrid, Atlético de Madrid y Sevilla. A corto, medio y largo plazo resultaron rentables a pesar del desembolso. Eran otros tiempos. «Terminó la época de los récords, como cuando Florentino pagaba cantidades tremendas por Kaká o Cristiano. Ha pasado a la historia como lo de pagar mucho por las viviendas», señala Luis Carlos Sánchez, autor del blog Euros y Balones que disecciona la actividad económica de los clubs de fútbol. «No habrá grandes movimientos. Hoy en día, a nivel general, la entrada de nuevos jugadores requiere la ineludible salida de otros. No hay liquidez», completa Jon Laraudogoitia, economista que selecciona en futbolfinanzas.com destacadas noticias económicas relacionadas con este deporte.

Aunque los aficionados se empeñen en solicitar grandes incorporaciones en su carta a los reyes magos el milagro no llegará. «He detectado que el fútbol español está en caída libre en cuanto a fichajes, pero no solo con el mercado de invierno sino con el de verano. El mercado está parado y el importe de las transacciones es mucho menor», avisa el economista Luis Carlos Sánchez. «En estos momentos los equipos españoles son vendedores y las otras cuatro ligas importantes no, aunque Italia también está débil económicamente», secunda Laraudogoita.

En el Barcelona se habla más de la cesión de Villa que de fichajes, Mourinho ha descartado refuerzos como el Adebayor en campañas pasadas al tiempo que facilita la marcha a Carvalho y se pregunta por la salida de Kakà. El Valencia ha puesto a sus guardametas en el mercado, el bético Beñat ha recibido propuestas de Alemania e Inglaterra, la Juventus está en cabeza cuando el Athletic abra negociaciones por Fernando Llorente y Falcao no ha disputado ningún partido europeo durante la campaña para no entorpecer un posible traspaso a algunos de los clubs ricos de Europa. Las motivaciones para vender han cambiado. «El Sevilla, por ejemplo, necesita un saldo positivo este año en el mercado de invierno. Negredo o Navas saldrán del club», avisa Jon Laraudogoita. «El mayor número de exportaciones es para hacer frente a las deudas inminentes», explica Luis Carlos Sánchez.

Línea exportadora

Las cifras hablan por sí mismas. En la temporada 2009/10 el gasto en fichajes fue de 470 millones de euros. En la campaña actual se ha parado en los 128, casi un 60% menos, mientras que en la 2011-12 todavía se mantenía en los 359 millones. La Liga se ha convertido en un torneo exportador. «Es como el mercado mobiliario. Hay muchas casas a la venta pero no hay transacciones porque no hay compradores. Solo hay que ver la cantidad de futbolistas españoles en la 'Premier League'. Hace años era impensable porque había suficiente potencial económico en la Liga. Es una pauta que seguirá mientras la liga inglesa tenga dinero. y acaban de renovar sus derechos de televisión para el exterior y cuentan con ingresos elevados de sus patrocinadores», señala Luis Carlos Sánchez, quien ha sido premiado por algunos artículos sobre el funcionamiento económico de los clubs fútbol y prepara una tesis doctoral relacionada con estos asuntos.

El plazo de fichajes se inicia el 1 de enero y se cierra un mes después. Por el momento, solo han apuntado refuerzos equipos modestos. El Rayo Vallecano recuperará a Jordi Figueras del Brujas. «El entrenador está contento con lo que tiene pero es posible que hagamos dos o tres fichajes. Buscaremos jugadores cedidos o que acaban contrato», apuntó el presidente del Espanyol Joan Collet. «La pauta general de los fichajes en invierno se circunscribe a cubrir posiciones que los entrenadores entienden representan un déficit claro en el equilibrio de los equipos o a reforzar líneas de cara a eludir descensos o aspirar a campeonatos europeos», señala Jon Laraudogoitia.

La tendencia se acentúa. Salvo el fichaje de Falcao por el Atlético de Madrid el desembolso lo han copado Barcelona y Real Madrid con dos tercios de los gastos en traspasos. Ni siquiera sus compañeros de la Liga de Campeones pueden soñar ahora con fichajes. «Mientras no esté asentado el club, mientras no sepamos en el futuro si esto está regularizado y controlado, traer más jugadores es una inconsciencia», reconoció el entrenador del Málaga, Mauricio Pellegrini. En Valencia la actividad económica está condicionada por las relaciones con Bankia y el nuevo estadio en construcción paralizado desde hace meses.

'Fair play' financiero

No obstante, la falta de dinero no era hasta ahora una frontera imposible de superar en el particular hábitat español. El pasado invierno el Zaragoza incorporó varios fichajes y terminó logrando la permanencia tras superar un concurso de acreedores mientras que el Villarreal bajó a Segunda con una de las cuentas más saneadas. «Es rentable entrar en concurso de acreedores porque consigues una quita de tus deudas (si antes debías 100 pasas a deber 50) y no existe ningún problema. En Escocia el Rangers descendió de categoría y aquí no pasa nada. En España si no pagas puedes fichar a mejores jugadores, el concurso te quita parte de la deuda, no tienes castigo deportivo y el dueño sigue teniendo la propiedad, como con el Zaragoza», resume Luis Carlos Sánchez y añade: «Sale todo redondo. Es adulterar la competición e invitar a que nadie pague: el que paga es el tonto».

La persecución de las trampas fiscales pasa por el reciente cerco de Hacienda a los clubes y por las iniciativas de Michel Platini, máximo dirigente del fútbol europeo. «Con la nueva ley concursal la adulteración de la competición es mucho más difícil, ya que si te declaras en concurso bajarás dos categorías. Además, el 'fair play' financiero de la UEFA es una verdadera revolución en la consolidación de cuentas de los clubes: los que no tengan unos ingresos sostenibles con una afición fiel corren mucho riesgo de desaparecer o caer a otras categorías», concluye Laraudogoitia.