CATALUÑA

CiU y ERC se dan más tiempo para llegar a un acuerdo

La fecha de la consulta en 2014, principal escollo para el acuerdo

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Aunque parecía inminente, el pacto entre CiU y ERC para la estabilidad del futuro Govern catalán deberá esperar. Quince días de negociaciones y dos reuniones al máximo nivel no han sido suficientes para que las dos formaciones soberanistas mayoritarias de Cataluña se pongan de acuerdo sobre cómo luchar contra la crisis y sobre todo si se debe concretar la fecha de cuándo se celebrará la consulta popular sobre la autodeterminación, la principal promesa de sus programas electorales. Si la solidez del futuro Govern ya cotizaba a la baja en las casas de apuestas, después del jarro de agua fría de la cumbre que celebraron Artur Mas y Oriol Junqueras el viernes, que acabó sin acuerdo y con los protagonistas de la cita saliendo por la puerta de atrás para no hacer declaraciones, la incertidumbre va en aumento.

Sin embargo, veinticuatro horas después, y una vez digerido el desacuerdo, las dos formaciones nacionalistas se mostraron optimistas sobre el pacto. "Es posible y Cataluña lo necesita", expresó Oriol Pujol (CDC). "Hay más puntos de acuerdo que de desacuerdo", añadió Marta Rovira, número dos de los republicanos. Eso sí, la alianza no está tan próxima como parecía estarlo antes de la reunión de Mas y Junqueras en el Palau de la Generalitat, ya que CiU i ERC han decidido reabrir las negociaciones, pero no entre los dos presidentes de ambas formaciones, sino entre los equipos negociadores, lo que denota que las diferencias no se reducen solo a fijar la fecha del referéndum. Convergència, Unió y Esquerra celebraron este sábado sus respectivos consejos nacionales, que en un principio debían servir para ratificar el pacto para la gobernailidad, y que al final se limitaron a bendecir que las conversaciones continúen de inmediato, incluso este fin de semana.

De momento, Mas tiene asegurada la investidura, porque así se lo ha garantizado ERC, aunque a él no le vale y quiere pactar la estabilidad antes de su proclamación como nuevo president de la Generalitat. Como dejaron claro las intervenciones de los tres líderes en los consejos nacionales, el principal escollo que impide el acuerdo tiene que ver con la consulta. ERC quiere un compromiso firme y que conste por escrito 2014, como el año en que debería celebrarse la consulta, mientras que CiU se niega a atarse a una fecha y no pretende ir más allá de que su voluntad de convocarla es para toda la legislatura.

La diferencia es de matices, pero deja entrever los recelos que se tienen ambas formaciones. De alguna manera, estas rencillas iniciales no son si no el anticipo de lo que podría ser una constante en toda la legislatura, en la que Mas, en el centro, tendrá que pivotar entre las presiones de ERC y Unió. Esquerra ya le ha demostrado en esta primera ronda de negociaciones que será muy exigente y que venderá caro sus 21 diputados. De ahí que Duran, que siempre ha mostrado sus dudas sobre la idoneidad de que CiU gobierne con Esquerra, apuntara este sábado la posibilidad de que Mas gobierne en solitario.