Morsi anula el decreto que blindaba sus poderes
El presidente recula tras unos días de violentas protestas que han dejado varios muertos
EL CAIRO Actualizado: GuardarEl presidente egipcio, Mohamed Morsi, ha anulado el decreto en el que blindaba sus poderes ante las decisiones de la Justicia y que ha provocado una escalada de tensión en los últimos días, sacando a la oposición a la calle en unas protestas que han dejado varios muertos.
Según ha anunciado el islamista Mohamed Selim al Awa, que ha participado en el diálogo nacional convocado por Morsi, el referéndum sobre la nueva Constitución se mantiene para el 15 de diciembre. La anulación del acta constitucional era una de las exigencias de la oposición, junto al aplazamiento del plebiscito que finalmente se celebrará como estaba previsto.
La comisión, integrada, entre otros, por Al Awa y el político liberal Ayman Nur, redactó una nueva declaración constitucional que ya ha sido promulgada por Morsi y cuyo primer artículo anula la anterior. No hace alusión al controvertido blindaje de los poderes que el mandatario se había otorgado anteriormente, ni a la inmunidad judicial garantizada a la Asamblea Constituyente y a la Shura (Cámara alta). El nuevo texto dice que si la nueva Constitución es rechazada en referéndum, el presidente deberá elegir una nueva Asamblea Constituyente en un plazo de tres meses, compuesta por cien personas, que deberá terminar sus trabajos en un período no superior a los seis meses.
La nueva declaración constitucional mantiene la posibilidad de juzgar a los responsables de los asesinatos de manifestantes y civiles cometidos entre el 25 de enero de 2011, cuando comenzó la revolución contra Hosni Mubarak, y el 30 de junio de 2012, cuando Morsi asumió el cargo tras ser elegido. Finalmente, este anuncio constitucional se declara a sí mismo, y a todos los anteriores emitidos desde la caída de Mubarak, inapelable ante los tribunales.
En cuanto al referéndum, el vicepresidente egipcio, Mahmud Meki, ha asegurado que habrá suficientes jueces para supervisar la consulta, después de que algunos grupos de la judicatura anunciaran que no van a participar en la vigilancia del mismo.
La decisión de Morsi se produce poco después de que la Coalición Islamista de Egipto rechazase cualquier retraso en el referéndum sobre la nueva Constitución y advirtiese sobre "los intentos de derrocar al presidente, Mohamed Morsi, elegido democráticamente, y al Gobierno legítimo". En un comunicado, subrayó que el plebiscito tenía que celebrarse en su fecha, "sin modificación ni retraso", porque la consulta popular es "un paso en el camino hacia la estabilidad y la construcción de las instituciones del Estado". La coalición está integrada por los Hermanos Musulmanes y el Partido Libertad y Justicia (PLJ), afín a la cofradía -a los que perteneció Morsi hasta que asumió la Presidencia-, además de los salafistas de Al Nur y Gamaa al Islamiya, y el llamado Frente Salafista, entre otros.
Advertencia de los militares
También en un comunicado, el Ejército egipcio manifestó que "el diálogo es la mejor y la única vía" para resolver la crisis que enfrenta al presidente y a la oposición después de más de dos semanas. De lo contrario, "emprenderíamos un camino oscuro que abocaría en un desastre. No podemos permitirlo", dijo el portavoz de las Fuerzas Armadas en un comunicado que constituye la primera reacción oficial del Ejército sobre los disturbios y en el que la fuerza llama al "respeto de la legalidad y las reglas democráticas que convinimos todos". "El Ejército siempre estuvo del lado del gran pueblo egipcio y está determinado a preservar su unidad", subraya el texto. El Ejército no se ha pronunciado a favor de uno u otro bando desde el comienzo de la crisis desencadenada tras un decreto de Morsi para ampliar su poder.
Este comunicado se hizo público pocas horas después de que el Consejo de Ministros aprobara una orden por la que autorizará al Ejército a ejercer funciones de control de manifestaciones. Por esta medida, el Ejército se sumará a la Policía en sus tareas para "mantener la seguridad y proteger instituciones vitales para el estado". Las fuerzas armadas tendrían incluso potestad para detener a los manifestantes. Según el rotativo, solo falta que Morsi ratifique la medida.
Durante la semana, miles de manifestantes han salido a las calles de El Cairo para protestar contra el referéndum y contra el decreto en el que el presidente se otorgó poderes excepcionales. Tras los enfrentamientos del miércoles, que dejaron siete muertos y centenares de heridos, los opositores a Morsi volvieron a rodear este viernes el palacio presidencial, donde el ejército desplegó tanques. Estas manifestaciones recuerdan las de febrero de 2011, cuando una revuelta popular terminó con el régimen de Hosni Mubarak.