ELECCIONES 25-n

Doloridos, pero aliviados

Los socialistas se consuelan con una caída menos abrupta de lo esperado

MADRID Actualizado: Guardar
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No fue un resultado para celebrar, pero hay ocasiones, en la vida política, en las que todo se reduce un juego de expectativas y las del PSCeran tan malas que el mero hecho de mantenerse como segunda fuerza política en número de votos, sin bajar de los 20 diputados, supo a gloria en las sedes de las calles Ferraz, en Madrid, y Nicaragua, Barcelona.

«Un retroceso no puede considerarse nunca una victoria, pero muchos auguraban que el PSCacabaría convertida en cuarta fuerza política y no ha sido así», argumentó el secretario de Organización del PSOEen su valoración de los resultados. «Felicitamos a Pere Navarro por el esfuerzo realizado para que su mensaje de sensatez se oyera por encima del ruido y por un resultado que es -dijo- más que digno».

El primer secretario del PSC también se aferró a ese hecho. «Evidentemente no es el resultado que habríamos querido pero estamos en un momento de reencuentro con los ciudadanos y el resultado es mucho mejor de lo que se nos había vaticinado», subrayó.

Las encuestas de las últimas semanas, y también las 'israelitas' realizadas a pie de urna que manejaba el partido, hablaban de una caída espectacular de alrededor de diez o más escaños. Finalmente, fue de ocho. Y tan sorprendente resultó para los propios dirigentes del partido que les costó reaccionar.

El coordinador de la campaña delPSC, Daniel Fernández, había salido hacia las nueve de la noche, cuando aún no se conocían los datos del escrutinio, para admitir su «evidente fracaso». «No hemos sabido superar el escenario de confrontación», se lamentó.

A la misma hora en Ferraz, donde permanecían reunidos Alfredo Pérez Rubalcaba y sus principales colaboradores, la vicesecretaria general, Elena Valenciano, el secretario de Organización, Óscar López, y el de relaciones institucionales, Antonio Hernando, se argumentaba que el clima de «radicalización» había perjudicado tanto a Artur Mas, su «responsable», como a los socialistas catalanes. «Esto -admitía un portavoz de la dirección del PSOE- no va a ser fácil de gestionar».

Lo cierto es que, aunque mejores de lo previsto, los datos cosechados por el PSC tampoco son buenos. Y la mala noticia para el primer partido de la oposición, superada la emoción por haber aguantado el tipo, si es que así se puede entender el veredicto de las urnas, es que, en contra de lo que se creyó en 2010, no se había tocado fondo. De un 18,38% de porcentaje de voto ha caído a un 14,59%, es decir, cuatro puntos.