Una mujer embarazada, ante una taza de café. / Archivo
estudio sobre salud

En el embarazo, ni patatas fritas, ni bollería

Comer estos alimentos en exceso durante la gestación puede reducir el peso del bebé, según revela un estudio | La razón es que al freír los hidratos de carbono a altas temperaturas aparece una partícula contaminante, la acrilamida, que traspasa la placenta y actúa en el crecimiento fetal

MADRID Actualizado: Guardar
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Toda embarazada sabe que no es bueno comer jamón, ni beber alcohol, ni abusar de la cafeína. Pero ahora la prohibición llega más allá: tampoco hay que abusar de las patatas fritas, las galletas, el cacao o los cereales. ¿Por qué? Porque son alimentos que contienen un alto nivel de acrilamida y puede provocar un menor peso del bebé al nacer y una menor circunferencia de su cabeza. Así lo revela un estudio internacional realizado sobre la dieta de 1.100 mujeres embarazadas y sus recién nacidos que se ha llevado a cabo en Dinamarca, Inglaterra, Grecia, Noruega y España.

Y nos preguntamos: ¿Qué es la acrilamida? Se trata de una sustancia química que se forma al freír a altas temperaturas, asar, tostar u hornear alimentos ricos en carbohidratos, como las chips, bollería o cereales de desayuno. Este compuesto -utilizado también en la industria textil y metalúrgica- puede atravesar la placenta y, por lo tanto, existe un particular riesgo para la salud del feto.

Según este estudio, la diferencia entre las madres expuestas a altos niveles de acrilamida y las expuestas a niveles bajos puede ser de hasta 132 gramos en el peso del bebé y 0,33 centímetros en el tamaño de su cabeza. "El efecto estimado del alto nivel de exposición a la acrilamida sobre el peso de un bebé al nacer es comparable al efecto adverso conocido del tabaquismo", advierte Manolis Kogevinas, coordinador de la investigación llevada a cabo por el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) de Barcelona y la Universidad de Estocolmo (Suecia).

Hay que recordar que el bajo peso en los bebés puede afectar a su salud y desembocar en enfermedades cardiovasculares y diabetes. Asimismo, la circunferencia de la cabeza es un indicador importante del crecimiento del cerebro y del desarrollo neurológico.