Los Grizzlies hacen historia

El pívot español de los Grizzlies, Marc Gasol, aportó 12 puntos, 7 asistencias y 7 rebotes, así como intensidad defensiva, en la victoria de su equipo ante Charlotte Bobcats por 87-94, octava consecutiva, con una destacada aportación de Zach Randolph (18 puntos, 12 rebotes) y de Mike Conley (20 puntos), por lo que Memphis lidera la conferencia oeste y es actualmente el mejor equipo de la NBA (8-1).

La franquicia de Tennesee empezó con fuerza la primera parte, a pesar de que los Bobcats, que ahora empatan a victorias y derrotas (4-4), no se achicaban. La inspirada noche de ambos bases, Mike Conley y la dupla de Charlotte formada por Kemba Walker -17 puntos, 8 asistencias- y Ramon Sessions -12 puntos-, agilizó mucho el juego y le dio color, pero el poste alto marcaba las diferencias. El mejor entre los novatos fue Kidd-Gilchrist, que anotó 12 puntos y 8 rebotes.

Brandon Haywood se le quedaba muy pequeño a Marc Gasol, que al verse lanzando peor que otras noches trabajó para habilitar a sus compañeros, aprovechando sus dotes de asistente para llegar a repartir siete. Sólo Byron Mullens -18 puntos, 9 rebotes- daba la cara por su equipo en la pintura, pero le tocó bailar con la más fea y el mejor de la noche, Randolph.

Tras liderar el primer cuarto por seis puntos (19-25), los Grizzlies pronto se fueron a ventajas de 12 puntos, finalizando el primer tiempo 38-47. Hakim Warrick debutaba con ganas con los Bobcats, aportando 5 puntos y 4 rebotes en los nueve minutos de los que dispuso.

Tras un amago de remontada, los locales se pusieron el mono de trabajo para llegar a ponerse catorce arriba con un tiro libre de Zach Randolph. Un tiro en suspensión y falta de Biyombo sobre Jerry Bayless, puso a Memphis con la máxima ventaja del partido, arriba por 17 puntos. Una canasta de Warrick en la jugada siguiente cerró el tercer cuarto (60-75).

Sin embargo, una poderosa reacción de los de Carolina del Norte llegó a ponerles a sólo seis puntos de sus rivales. Sin embargo, apareció Gasol para anotar un tiro en suspensión desde la línea de tiros libres, y asistir a Mike Conley en un espectacular triple sobre la bocina, para que el base cerrase el encuentro al poner a su equipo once arriba a falta de tres minutos.