De sexo, periodistas y literatos
Chacón, Madero, Lafuente e Iwasaki sobrevuelan el impacto de las nuevas tecnologías en la creación del periodismo y la literatura
LOGROÑO Actualizado: GuardarLa última mesa redonda de estas Jornadas del Futuro en Español se ha centrado en 'Las TIC en el proceso de creación literaria y periodística' en la que han participado como ponentes Inma Chacón, Félix Madero, Fernando R. Lafuente y Fernando Iwasaki, moderados por el periodista de Diario La Rioja, Pío García, que centraba el balón: “Lo preocupante no es en qué leeremos la información, sino que el continuo bombardeo de mensajes cortos redujera nuestra capacidad para leer textos largos”, decía entre otras cosas.
El sexo
Fernando Iwasaki ha sido capaz de arrancar más de una sonrisa al auditorio. Para empezar se ha definido como un “discontinuado”, “aquellos que ni estamos en contra de la máquina de escribir ni estamos en contra de Google. Los discontinuados estamos dispuestos a integrarnos pero cada programa del ordenador que se renueva nos pilla aprendiendo el anterior”, ha explicado con humor.
El escritor no ha querido situarse al lado de los apocalíticos, que por otra parte ha confesado que “ya no se sabe quienes son los más apocalípticos de todos, a la hora de anunciar la defunción del papel”. “Si fuera cierto que la Red, las nuevas tecnologías están cambiando nuestra forma de leer, de escribir, de memorizar, nuestra relación con los objetos físicos, me pregunto, ¿podríamos trasladarlo a otros aspectos de la vida? ¿Las TIC van a cambiar nuestra forma de ligar o de hacer el amor?” se preguntaba.
Tras una reflexión en voz alta, trabajada, simpática pero sin perder un ápice de inteligencia, Iwasaki ha decidido que “el sexo es lo segundo que más nos preocupa”. “¿Para que todo el mundo tenga una vida sexual y potente deben incorporar las nuevas tecnologías? Su conclusión: “Más vale tener un montón de sexo con tics, que un montón de tics sin sexo”. “Al final, follar con los genitales será tan anticuado como leer las páginas de un libro”, ha bromeado el autor.
“El futuro en español no puede romper con el pasado en español”, ha asegurado el ponente. Para ello ha querido aclarar el significado de “genital”: “lo que sirve para la generación”. “¿Habrá algo tan generador como un libro?” Iwasaki lo tiene claro: “Sólo haría falta una línea de algunos de los grandes autores para demostrarlo. Los genitales - en este sentido- por excelencia son los libros”.
Lo digital, en primer momento era una hierba, hoy hasta cuatro significados, ha explicado. A partir de 1914 se definió “como relativo a los dedos, hasta el 2001”. “Ateniéndonos a la norma el sexo digital, no tiene nada de moderno, aunque el diccionario no lo recoja”, ha apuntado haciendo un guiño al público. “El futuro en español genital o digital precisa las palabras, porque sin palabras ni habría futuro ni se escribiría en la red”.
“En el habla coloquial se acepta que no hay que mezclar la velocidad con el tocino. Las nuevas tecnologías son maravillosas, pero sin la creatividad humana no serían más que frígidas composiciones alfanuméricas”, ha terminado.
Las palabras de poder
Félix Madero, hombre y voz de radio, se ha centrado en el uso de las TIC de la lengua en este medio de comunicación. “Básicamente soy un periodista y mi arma es la palabra. A ella me debo, que en muchas ocasiones me ha hecho feliz y en otras, menos”.
“De los periodistas se espera que seamos capaces de controlar las palabras, las emociones, contar la verdad...pero todas estas cosas son muy difíciles. La crisis afecta también a nuestro idioma. Utilizar las palabras en español es hablar de economía, de política y de poder. Las palabras son poder”, ha asegurado Madero.
“Debemos hacer que los medios de comunicación y las TIC converjan”, ha afirmado, pero es de la opinión de que “estas nuevas tecnologías aportan poco a la radio, muy poco”. “Todo lo que se puede hacer con ellas en la radio tiene relación con la esencia de la radio, con el origen, la voz ante un micrófono”.
“Donde hay un periodista debería haber un maestro del lenguaje”. “El idioma se puede utilizar de una manera que nos de personalidad, fortaleza”, por eso quizá para Madero, “es una pena que utilicemos trescientas palabras para comunicarnos, porque eso nos deja desnudos ante el poder. Sin palabras no somos nada”.
El lenguaje más que el formato
La escritora Inma Chacón se ha mostrado a favor de centrar nuestra atención “no en los nuevos formatos, sino en las palabras”. La escritora ha añadido una observación: “Hasta ahora los formatos han ido conviviendo. Soy una auténtica defensora de las nuevas tecnologías de la información, pero hay que enseñarle a la gente a utilizarlas”, ha dicho.
La poetisa ha llegado más allá en este aspecto de la educación: “Lo que importa es que nos comuniquemos, pero hay que educar a los jóvenes en el uso creativo de las TIC”. Para Chacón “el lenguaje está vivo, hay que dejarle su curso, no se puede constreñir, ni limitar, el problema del lenguaje no se puede dejar en el formato en el que se expresa”.
Su preocupación en este mundo de nuevas tecnologías y su relación con el lenguaje es que “los jóvenes apenas leen, hay que fomentar la lectura, aunque se haga a través de la pantalla porque una persona que no lee se expresa peor”. “Hay que dejar de preocuparse no por la forma en que se lee, para preguntarnos por el qué se lee, qué es lo que se comunica”, ha concluido como resumen a su argumentación.
Sin fronteras
En su intervención, el subdirector del cultural ABC, Fernando R. Lafuente, ha conducido a la audiencia hasta la realidad de un idioma que no conoce fronteras, que salta las españolas para trasladarse a otros países. “Hay que rasgar las viejas fronteras, porque el español no tiene hoy un techo. El español es cada vez más americano”, ha dicho refiriéndose a los hispanohablantes hablantes incluso en Estados Unidos.
“Gran parte del poder de la escritura reside en su flexibilidad”, ha afirmado Lafuente. Esta escritura que es literatura se ha adaptado al cine, como ha recordado, y lo contrario. “Esto demuestra que las tecnologías de la época influyen en la información”, asegura.
“La pregunta que hoy nos hacemos es cómo cambian los procesos en la creación literaria. Totalmente”, se ha respondido él mismo. “Ya desde la novela, que sin imprenta hubiera sido imposible”. “Nos guste o nos guste irán surgiendo distintas retóricas como se ve en los blogs, los cuentos interactivos o las microcríticas”, ha opinado . “La red nos plantea infinitos formatos, saltos y eso provoca que cambie la forma de leer y, por tanto, la de escribir”. “El uso de la lengua es más poderosa que los deseos. El lenguaje siempre ha sido revolucionario y ha roto con las generaciones anteriores”.
El futuro en español 70221 Si