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El cambio tranquilo

A fin de preservar un vestuario unido y campeón, Del Bosque introduce menos novedades en la selección que sus antecesores

MADRID Actualizado: Guardar
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A pesar de que junto al Canal de Panamá dio la alternativa a Markel Susaeta, el primer debutante desde antes de la Eurocopa de Polonia y Ucrania del pasado verano, Vicente Del Bosque es un seleccionador poco dado a abrir las puertas de ‘La Roja’ a ‘jugadores coyunturales’, de esos que brillan y acaparan titulares un momento determinado pero luego pasan como una moda.

Su media de debutantes es bastante menor que las presentadas por anteriores técnicos de España. Los pocos cambios en el bloque de la selección demuestran que el preparador salmantino heredó un grupo campeón que ha mantenido con pequeños pero importantes retoques, ya que no se debe obviar que bajo su dirección dieron el salto jugadores indiscutibles como Busquets, Piqué, Pedro, Mata y, poco antes del campeonato continental, Jordi Alba.

«Hay un grupo campeón que se merece venir con nosotros. Se les trata bien y todos acuden felices. El equipo todavía es joven y no hay por qué cambiar por cambiar. No perdemos de vista a jugadores que crecen en sus clubes pero hay poco sitio», resalta Del Bosque a la hora de justificar por qué ni tan siquiera en bolos como el de Panamá hay una revolución en las convocatorias. Entiende que la afición desea ver caras nuevas pero siente la «responsabilidad» y la «obligación» de ser consecuente para mantener la buena sintonía en el vestuario.

Hasta la fecha, con Del Bosque solo se han estrenado 26 jugadores en 67 partidos al frente de la selección nacional, lo que supone una media de 0,38 por partido. Y bastantes de ellos gozaron de continuidad. Además de los ya citados, hombres como Jesús Navas, Fernando Llorente, Javi Martínez, Víctor Valdés han sido asiduos en las convocatorias, aunque ninguno de ellos puede presumir de ser uno de los titulares. El grupo de los Iraola, Monreal o Negredo integra el ‘Guadiana’ de la selección, ya que entran y salen con relativa frecuencia de las listas.

De todos modos, tampoco se libra el actual seleccionador de clásico perfil de futbolistas de paso fugaz por ‘La Roja’. Capel, Bojan Krkic, Pablo Hernández, Diego López, Manu del Moral, Bruno Soriano y Javi García pasaron por el equipo español sin dejar apenas huella. Beñat y Juanfran, ya veteranos, tardaron en llegar pero parecen consolidarse, y hay chavales procedentes de la sub-21, que ya saben lo que es jugar con los mayores: Thiago, Muniain, Adrián y el exrojiblanco Domínguez, hoy en el Borussia Moenchengladbach alemán. Martín Montoya sigue a la espera después de dos convocatorias.

Las vueltas de Luis y la herencia de Camacho

Más vueltas tuvo que dar Luis Aragonés para encontrar al equipo base tras la herencia recibida por Iñaki Sáez, efímero seleccionador que solo permaneció 23 partidos en el cargo porque el país se levantó contra él tras el fracaso en la Eurocopa de Portugal 2004. Pero no se debe olvidar que con el vasco iniciaron su periplo con España jugadores que han marcado época como Xabi Alonso, Fernando Torres y en menor medida Marchena y Capdevila. Su cruz fue Raúl Bravo.

Con el ‘Sabio de Hortaleza’ se estrenaron cinco jugadores más que con Del Bosque en 13 partidos menos, lo que constituye una ratio de 0,59 debutantes por encuentro dirigido. Con Luis llegaron tipos fundamentales en la historia de la selección como David Villa, el máximo goleador de siempre, Sergio Ramos e Iniesta, además de Silva, Cesc, Cazorla, Arbeloa o el gran Marcos Senna, básico en el primer título europeo logrado en Austria y Suiza en 2008. Su gusto por el toque y los finos centrocampistas es evidente con la llamada por vez primera de Iván de la Peña, Guayre e incluso Rubén de la Red. Con él aparecieron y brillaron Güiza y Sergio García. Y abrió las puertas a Soldado.

José Antonio Camacho fue más prolijo a la hora de buscar alternativas para dar con la tecla en el equipo nacional. Tras la herencia recibida por Javier Clemente y ridículos como el de Chipre, se antojaba imprescindible un cambio radical. Con el murciano debutaron medio centenar de futbolistas en 44 partidos, a más de un jugador nuevo por choque. Casillas, Puyol y Xavi fueron sus grandes aportaciones, sin obviar a la pareja de centrocampistas que integraron Albelda y Baraja o su firme apuesta por el ‘Flaco’ Valerón.

Aunque el baracaldés era un tipo muy fiel a su gente, también fue bastante dado a las novedades. Con Clemente aparecieron por ‘La Roja’ 48 jugadores nuevos en 62 encuentros (0,77 de media). Dio la alternativa a históricos como Raúl, Guardiola, Morientes, Kiko, Caminero, Julen Guerrero, Alfonso, Joseba Etxeberria o Sergi Barjuán. Zubizarreta y Julio Salinas, dos de sus pretorianos, ya eran internacionales desde tiempos de Miguel Muñoz. La mayor innovación de Clemente, empero, fue hacer debutar al portero Molina como interior izquierdo en Noruega. Y lanzó un disparo que pasó cerca del palo.