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El Banco Popular, favorable a ampliar soluciones a los desahucios pero no a «premiar» el impago

Su presidente, Ángel Ron, afirma que el banco no ha echado a ningún cliente de su casa desde hace tres años

MADRID Actualizado: Guardar
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El Banco Popular ha celebrado hoy Junta de Accionistas para aprobar la ampliación de capital de 2.500 millones de euros con la que recapitalizarse sin recurrir a las ayudas públicas. Pero en estos momentos el asunto que salta en todas las reuniones financieras y se plantea a todos los responsables bancarios es el de los desahucios. El presidente del Banco Popular aseguró que su entidad no ha realizado ningún desahucio desde hace tres años. El banco ha realizado más de 70.000 operaciones de novación o refinanciación del crédito hipotecario, y en algunos casos en los que por esta vía no se podía solucionar se les ha dejado seguir en la vivienda pagando un alquiler social.

A preguntas de los periodistas, Ron se mostró partidario de ampliar y dar más flexibilidad al Código de Buenas Prácticas para evitar los desahucios, pero también advirtió que las modificaciones legales no pueden “bonificar o premiar el impago” pues eso llevaría a un encarecimiento de los créditos. El presidente del Banco Popular explicó que sólo el 4% de las familias hipotecadas han incurrido en morosidad e insistió en que lo que apruebe el Gobierno para evitar los desahucios no debe “perjudicar a la mayoría que paga”.

Ampliación de capital

La Junta de Accionistas del Banco Popular ha aprobado con el 99,8% de los votos la ampliación de capital de 2.500 millones de euros a un precio de 0,401 euros por acción, con un descuento del 31,6% sobre el valor teórico de la acción sin derechos para el accionista que suscriba la ampliación. Este descuento resulta de comparar el precio al que los accionistas podrán comprar las nuevas acciones con el valor de las anteriores descontando los derechos. Cada acción actual se desdoblará en el primer día de cotización una vez aprobada la ampliación por la CNMV en una acción sin derecho que saldrá a un valor de 0,585 euros y un derecho a un precio de 0,533 euros –que fluctuará en función de la oferta y la demanda durante los quince días en que podrán suscribirse-. Cada derecho permitirá comprar tres acciones al precio citado de 0,401 euros cada una. No obstante, si la comparación se hace con el valor contable en libros ajustado después de la ampliación, que será aproximadamente de 11.000 millones de euros, el descuento sobre la cotización implica una rebaja en torno al 62%, lo que llevó a Ángel Ron a decir que la acción tenía un largo recorrido de revalorización en el medio y largo plazo. Lógicamente, en el corto plazo la cotización de la entidad se ajustará a los nuevos precios.

Un sindicato de 15 bancos nacionales e internacionales asegura la colocación de 2.080 millones de euros, el resto hasta los 2.500 millones está comprometido ya por los accionistas de referencia, que reducirán su participación del 31% al 23,3% del capital social. La ecuación de canje será de tres nuevas acciones por cada acción existente. De esta manera se pasará a un total de 8.408 millones de acciones.

El presidente del Banco Popular, Ángel Ron, reconoció en la Junta que esta ampliación significa “pedir un esfuerzo y un sacrificio al accionista” para evitar la ayuda pública, pero defendió que es “una operación de futuro, que asegura la independencia y rentabilidad del banco, lo cual redundará en el accionista, que acudirá a la ampliación a precios muy atractivos”.

Durante su discurso ante los accionistas, Ron destacó que “todas las miradas dentro y fuera de España están fijadas en el Banco Popular y en esta ampliación. Una ampliación que viene motivada por los resultados del test de estrés de Oliver Wyman a las entidades financieras españolas que le daba al Banco Popular unas necesidades de capital en el escenario más adverso de 3.223 millones de euros. Ron dijo que el Popular aunque acata no comparte el resultado del test e insistió en que está penalizado en los por tener la mayoría de su negocio en España y tenerlo enfocado a las pymes y banca comercial.

Ron criticó el “torrente regulatorio” al que están siendo sometidas las entidades financieras españolas y lamentó que se regule más a estas que a la ‘banca en la sombra’, responsable de la crisis. El presidente de la entidad comentó que la rápida respuesta del banco al decidir cubrir los requerimientos de capital con la ampliación de capital y otros recursos propios “ha generado un clima de tranquilidad entre accionistas y clientes”, algo que fue rebatido por uno de los accionistas que intervino en la Junta. Gran parte de los accionistas que intervinieron en la Junta fueron críticos. Una ampliación de capital supone diluir el valor de la acción.

Ángel Ron expuso ante los accionistas el plan de recapitalización del banco que se basa en la realización de saneamientos por 9.300 millones de euros en 2012, la ampliación de capital por 2.500 millones y la creación de una sociedad de gestión de activos interna para gestionar los activos problemáticos. Con este “saneamiento agresivo”, la dirección del banco pretende obtener una rentabilidad sobre fondos propios de entre el 12 y el 16%.