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Patxi López anuncia una profunda reforma del PSE

Aboga por actualizar sus ideas, su estructura organizativa y también "sus personas"

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El lehendakari en funciones y líder del PSE-EE, Patxi López, ha anunciado que el partido acometerá a partir del próximo congreso, previsto en enero o febrero de 2013, una "profunda" reforma de sus ideas, de su estructura organizativa y también "de sus personas".

López ha transmitido este compromiso en su intervención ante el Comité Nacional del PSE reunido en un hotel de Bilbao para analizar los resultados de los comicios vascos y avanzar cuál debe ser el futuro del partido.

"Es necesario un cambio profundo, de ideas, de propuestas, de organización y de personas", ha asegurado López, quien ya ha confirmado que se presentará a la reelección como líder del PSE, puesto que ocupa desde 2002.

Tras el mal resultado de las recientes elecciones vascas, en las que los socialistas perdieron más de 100.000 votos y nueve escaños, López ha reconocido que la organización del partido y "partes" de su discurso político "se están quedado en algunos aspectos caducas". López ha hecho extensivos los problemas del PSE a los del PSOE que encabeza Alfredo Pérez Rubalcaba: "Hoy, nuestro viejo partido, se está convirtiendo en un partido viejo". "Una organización que se está encontrando con límites que no puede traspasar. No estamos consiguiendo que nueva gente se involucre en el proyecto socialista", ha añadido con autocrítica.

Ámbitos de discusión

Ha considerado "urgente" abordar tres ámbitos de discusión en este proceso de reforma: la prioridad del estado del bienestar ante los recortes, la democracia y la participación ciudadana y el autogobierno.

El secretario general del PSE ha hecho un llamamiento a los cargos del partido para volcarse con la ciudadanía. "Menos despachos, menos burbujas, menos encierros y más calle, que para eso hemos recuperado la libertad", ha dicho. "Quiero que el partido se multiplique en la calle", ha enfatizado López ante la necesidad de recuperar "cercanía y credibilidad" ante los ciudadanos.

A su juicio, los responsables del PSE, entre los que se ha incluido, tienen que "trabajar más para el partido" y ocuparse "en exclusiva" de este tarea, por lo que se ha inclinado por analizar "qué puestos deben ser incompatibles".

En alusión al sector crítico del PSE de Álava, López ha afirmado que "es tiempo de unidad, no de enfrentamientos internos, ni del protagonismo individual que busca minutos de gloria". "Aquí ni ha habido, ni habrá expedientes por pensar distinto. Al revés, bienvenidas sean todas las ideas que quieren sumar en el proyecto de los socialistas. Las ideas se plantean en el congreso y no en el periódico", le ha trasladado a este sector alavés.

Abrirse a la participación

López ha insistido en que el PSOE es "el más preciado instrumento para hacer política desde la izquierda y la herramienta con la que convertir "la indignación en acción política". Ha opinado que el partido debe abrirse a la participación de los progresistas, no solo de los militantes, para "sumar a otras personas con otras miradas, propuestas, acentos e ideas". "Debemos deshacernos de la imagen preconcebida que quienes piensan que nuestro partido es una estructura opaca, anquilosada, poco transparente, aunque no sea verdad", ha dicho.

"Si tenemos que hacer más, lo haremos. Si tenemos que hacer más para ser el verdadero instrumento de la gente progresistas de este país, tendremos que hacerlo", ha remachado.

Frente a los intentos de "la derecha, de los nacionalismos y del izquierdismo irresponsable" de "desvirtuar" el sistema democrático, el líder del PSE ha defendido cualquier proyecto que se aborde desde el respeto a las leyes y a las instituciones. Ha reiterado que "no hay ningún texto sagrado" y que "todo se puede cambiar", pero "respetando siempre el camino acordado para hacerlo". López ha tildado de "auténtica barbaridad" que un gobernante diga que hará una cosa "con la ley o sin la ley". Actuar de este modo abocaría al país a "la ley de la selva y la ley del más fuerte".

Defensa de su legado

Para levantar el ánimo de los dirigentes, López ha reivindicado el legado que deja su gobierno que, a su entender, "quedará impreso en la historia porque ha cerrado un tiempo y ha abierto otro" tras el cese de la violencia de ETA. También ha considerado que la etapa del PSE en el poder ha sido la de "la tranquilidad y la normalidad, sin enfrentamientos ni conflictos identitarios".

"El Gobierno se ha dedicado a dar respuesta a los problemas de los ciudadanos y no a crear otros problemas, como sucedía antes y como puede que vuelva a suceder en el futuro", ha aseverado en alusión a las demandas soberanistas de PNV y EH Bildu.