Fútbol | Primera división

El Atlético prolonga su éxito

MADRID Actualizado: Guardar
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El Atlético ha desarrollado un inicio de temporada propio de equipo grande a pesar de que sus aficionados no quieran reconocerlo abiertamente por miedos pasados. El equipo de Simeone mantiene una línea constante basada en el peligro a balón parado, la tenacidad en defensa, alguna ráfaga de inspiración y los aciertos de su técnico para superar obstáculos que para otro supondrían un naufragio.

Así ocurrió con la visita de Osasuna, un club situado en el último puesto de la clasificación con las ideas claras que cayó por el acierto de los técnicos argentinos y sus propias limitaciones. En el Vicente Calderón el centro del campo formado por Timor, Puñal y Annan se topó con la inactividad en defensa y en ataque porque los de Simeone les evitaron con éxito al volcarse sobre las bandas mientras que en las tareas de creación ningún visitante logró superar la presión rojiblanca.

Debieron remar los atléticos en los primeros minutos para encontrar la corriente más favorable. Raúl García fue el encargado de finalizar las asistencias servidas desde la banda izquierda pero el centrocampista pareció incapaz de anotar a sus antiguos compañeros. Primero Andrés Fernández le detuvo un disparo a bocajarro y después el centrocampista se tropezó al borde del área cuando llegaba solo a la portería contraria.

Sin embargo, la desdicha momentánea de Raúl García no trajo malas noticias para los rojiblancos porque mantuvieron la personalidad y el equipo cuajado que ha levantado una racha sobresaliente en este inicio de temporada.

Con un duelo sin interrupciones, con el balón corriendo con facilidad, la apuesta por la banda izquierda de Simeone terminó por dar frutos. Primero una jugada a balón parado efectuada por Gabi concluyó con un gran testarazo a la red de Miranda y poco después Raúl García recogió un regalo de Arribas en forma de mal despeje para anotar desde el borde del área. En ambos casos el motor fue el ‘Cebolla’ Rodríguez, quien provocó la falta del primero y el error del defensa rival en el segundo con su centro.

Con el botín en su poder, la tripulación de Simeone decidió alejarse de la tormenta y fondear a la espera de regresar a casa sin enfrentamientos. Los momentos de relajamiento de los ‘colchoneros’ dieron un inesperado aire a Osasuna cuando Lamah aprovechó un balón suelto al borde del área para marcar y meter el miedo en el cuerpo a los locales.

El tanto en contra despertó las alertas de los madrileños, quienes se concentraron en reagruparse para no dejar abierto otro resquicio. Desde entonces la tarea para los visitantes se convirtió en imposible. Salvo un disparo de Kike Sola, los rojiblancos no vivieron ningún susto hasta que Falcao emergió en la calma chicha para que su zurda colara en la red un centro de Juanfran. El tradicional gol del colombiano sirvió para inscribir su nombre en un nuevo récord: once partidos consecutivos marcando.

Con el viento a favor, los atléticos volvieron a un ambiente más relajado y con alguna concesión a sus rivales con la conciencia de que ahora son un equipo con buenos cimientos, con capacidad de reacción y en una racha inspirada. Y eso que Adrián, el rescatador de la anterior temporada, todavía no ha recuperado su pólvora.