Operación policial

Veinte detenidos tras caer una red de explotación sexual

Utilizaban a las prostitutas para vender droga en la calle y en clubes de alterne de varias provincias españolas

MADRID Actualizado: Guardar
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Agentes de la Policía Nacional han detenido a 20 personas de diferentes nacionalidades como integrantes de una red de explotadores sexuales que utilizaba a las prostitutas para vender droga en la calle y en clubes de alterne de varias provincias españolas, fundamentalmente de Málaga, Cádiz y Burgos. La organización desarticulada traficaba con cocaína, hachís y marihuana en la Costa del Sol, Campo de Gibraltar, Madrid y Burgos, y en el transcurso de la operación se han practicado trece registros en locales de alterne, domicilios y almacenes. La investigación comenzó en febrero cuando una mujer de nacionalidad rumana denunció ante la Policía, en La Línea de la Concepción (Cádiz), que estaba siendo obligada a ejercer la prostitución y que, además, la utilizaban para vender droga a pequeña escala en clubes de alterne y en la vía pública.

Las primeras pesquisas permitieron confirmar la existencia de una organización dedicada a la explotación sexual y que, además de beneficiarse de la prostitución coactiva de mujeres de diferentes nacionalidades, se dedicaba al tráfico de estupefacientes en la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar. Una parte del grupo investigado se dedicaba a la compra de importantes partidas de hachís a ciudadanos de origen rumano en la Costa del Sol, y luego las vendían a ciudadanos italianos afincados en Bérgamo. El traslado de la droga se hacía en vehículos en medio de multitud de medidas de seguridad, entre ellas el uso de coches lanzadera para avisar de posibles controles policiales y el uso de rutas alternativas.

Otra parte de la red se ocupaba del cultivo de marihuana, de su posterior tratamiento y de su distribución para lo que disponía de varios almacenes, distribuidos por toda la provincia de Málaga, donde ocultaban la droga. Para su transporte utilizaban vehículos sustraídos que estacionaban en distintos aparcamientos, donde alquilaban plazas para dificultar las investigaciones policiales. Un tercer grupo, compuesto por ciudadanos de nacionalidad colombiana, asentados en Toledo y en la localidad madrileña de Getafe, con los que el resto de la banda mantenía contactos, eran los responsables de suministrar importantes cantidades de cocaína. Con todos estos datos y con la colaboración de las autoridades italianas, se logró identificar a varios miembros de estos grupos. A finales de julio, los investigadores concluyeron la primera fase de este operativo, que culminó con la detención de seis personas y el registro de cinco viviendas en las localidades malagueñas de Fuengirola, Torremolinos y Alhaurín el Grande.

En esa ocasión fueron intervenidos 134 kilos de hachís, un revólver, dos pistolas, dos machetes, 1.375 euros en efectivo, dos ordenadores y dos vehículos, unos de ellos sustraído. Posteriormente, desavenencias entre miembros de la banda propiciaron que algunos de sus integrantes asentados en Málaga trasladaran su centro de operaciones a la provincia de Burgos. Allí, el máximo responsable era un ciudadano español que se servía de prostitutas, principalmente colombianas, para distribuir la droga en los clubes en los que trabajaban. En estas actividades ilícitas también participaba el propietario de uno de los clubes implicados.

En relación a este grupo fueron detenidos otros catorce miembros de la red: cinco españoles, cinco colombianos, un brasileño, dos rumanos y un francés. Paralelamente se efectuaron ocho registros en la provincia de Burgos (dos domicilios y un local), otro en Getafe, dos más en viviendas de Torremolinos y otros dos en naves industriales de Málaga. En estos lugares los agentes se incautaron de diversas sustancias estupefacientes, dinero en efectivo y documentación.