Ferrer: «El tenis es una carrera de supervivencia»
El tenista asegura que son muchos los obstáculos que se tienen que ir superando desde los comienzos de una trayectoria deportiva hasta la conclusión de la misma
VALENCIA Actualizado: GuardarEl tenista David Ferrer comparó el tenis profesional con una carrera de supervivencia, ya que aseguró que son muchos los obstáculos que se tienen que ir superando desde los comienzos de una trayectoria deportiva hasta la conclusión de la misma.
Ferrer realizó estas declaraciones en una mesa redonda en el Paraninfo La Nau del Centre Cultural de la Universitat de Valencia, junto al también tenista Juan Carlos Ferrero, en un acto moderado por el profesor de sociología Ramón Llopis, en el que repasaron ampliamente sus respectivas vivencias en el tenis de elite desde sus inicios.
"El tenis es como una carrera de supervivencia, son muchos los obstáculos por los que has de pasar. Ahora vivimos en un mundo irreal, en hoteles muy buenos y con todo lo que necesitamos, pero antes de eso fuimos a hostales, no teníamos dinero y teníamos que ir ratoneando de donde se podía para continuar", explicó el jugador de Jávea.
Por su parte, Ferrero señaló que lo "más duro" de su deporte son "la cantidad de horas" que pasan "solos, lejos de la familia y los amigos", así como las derrotas. "Llevo 14 años tratando de tomarme relajadamente las derrotas y aún no lo he conseguido. Como dijo John McEnroe, el tenis es un deporte de perdedores. Hay mucha gente que no gana un torneo en toda su vida", señaló el valenciano.
Ferrero destacó la importancia que para un tenista tiene su equipo y destacó que casos como el suyo o el de David Ferrer, que toda la vida han tenido el mismo entrenador, son cada vez más inusuales en el tenis. "Tu equipo es muy importante. Si las cosas te van bien te mantienen con los pies en el suelo, porque es fácil perder la cabeza y es muy importante tener gente a tu lado que te diga, no lo que quieres oír, sino lo que debes oír", afirmó.
Ambos jugadores coincidieron en que el momento decisivo para que un jugador joven llegue a asentarse como profesional se da entre los 17 y 19 años si dan el salto para jugar con rivales de mayor edad y experiencia.
Así, Ferrer explicó que "cuando empiezas a jugar con gente más mayor es más difícil ganar partidos y es difícil estar preparado mentalmente para eso. Para ganar hay que saber antes perder". "Yo tuve ese bache, pero después empiezas a ganar más y a sentirte mejor contigo mismo. Te enfrentas a gente que antes veías por la tele y te das cuenta de que puedes jugar con ellos. Es una etapa muy difícil porque te dan caña casi todos. O pasas de ahí o te quedas", dijo.
Frente a más de 200 estudiantes, los dos tenistas reconocieron la dificultad que tiene optar por ser un profesional del tenis y compaginarlo con los estudios, ya que ambos tuvieron que abandonarlos debido a los numerosos viajes y entrenamientos que tenían cuando eran adolescentes. "Si tengo un hijo que se dedica al tenis, le haré estudiar mucho más de lo que yo lo hice", dijo Ferrer entre risas. "La cabeza debe ir siempre por delante de la raqueta o cualquier otro deporte".
Ambos jugadores comparten los derechos del Valencia Open 500 que comienza este fin de semana y aseguraron que pese a las dificultades económicas que atraviesa el país, tratarán a toda de costa de que el torneo siga adelante. "Es un momento difícil para el país y afecta también al deporte. Ha habido muchos recortes pero al final se trata de buscar soluciones y encontrar patrocinadores. Para cualquier país es muy difícil contar con un torneo 500 y no queremos pararnos, queremos salir adelante pese a las trabas que podamos tener", afirmó Ferrer.
Ferrero aseguró que "es un proyecto que es muy bonito tener en casa". "Es un evento muy importante para la Comunidad Valenciana. Las instalaciones donde jugamos no las tiene nadie en el mundo. Por muchos problemas futuros que haya, haremos todo lo posible para seguir adelante", apuntó.
Precisamente en este torneo, Ferrero colgará la raqueta tras catorce años como profesional. "A partir de ahora comienza una etapa diferente pero bonita, más calmada. Estoy contento con la decisión que he tomado. Ahora tengo mi academia para seguir vinculado al tenis y en un futuro me gustaría ser capitán de la Davis. Como jugador he vivido momentos muy importantes y sería también una etapa ilusionante de vivir".