«Nos usaban como cobayas»
El informe de la USADA recoge declaraciones de los excompañeros de Armstrong en el US Postal: "inyectaba a los corredores con sustancias sin decirles qué estaban recibiendo"
MADRID Actualizado: Guardar«Nos usaban como cobayas». «Nos daban bidones con hielo y EPO». «Nos daba tiempo de bajar nuestro nivel de hematocrito antes de los controles». Horas después de que la Agencia Antidopaje Estadounidense (USADA) anunciara que Lance Armstrong y sus compañeros de equipo en el US Postal estuvieron involucrados en la mayor conspiración de la historia del ciclismo, trascendieron testimonios conmovedores que aparecen en las 1.000 páginas del informe y revelan cómo el ciclista texano se inyectaba y el dopaje era generalizado.
En este dossier, la USADA argumenta los motivos por los que suspendió de por vida al otrora ídolo estadounidense y le retiró los siete títulos del Tour. Salen mal parados los doctores españoles Luis García del Moral y Pedro Celaya, y el preparador José Martí, llamado «el correo» porque traficó con productos dopantes con corredores de otros equipos. El documento, elaborado con el testimonio de once compañeros de Armstrong, refleja que el exfacultativo del equipo ONCE, fichado por el US Postal en 1999 junto a Johan Bruynnel, «inyectaba a los corredores con sustancias sin decirles qué estaban recibiendo, aunque se lo preguntaran».
«A veces usaba a los corredores como cobayas, investigando el efecto de las sustancias en ellos», señala el texto. Alude a una confesión de Tyler Hamilton en la que reconocía que como «práctica frecuente autorizaba el uso de cortisona para lesiones ficticias». Después de fijar su residencia en Girona hace ya tres lustros, Hamilton escuchó por primera vez el término «pan y agua» para referirse a un ciclista que compite sin utilizar sustancias para mejorar su rendimiento».
Tanto Hamilton como Hincapie y Floyd Landis manifestaron que Del Moral «estaba profundamente implicado en el programa de dopaje sanguíneo dentro y fuera de la competición en Bélgica, Francia, y España durante las etapas del Tour de Francia y la Vuelta a España», y que asistió a Armstrong en una transfusión de una bolsa de sangre en el apartamento de Hincapie en Girona en 2003.
Añade el informe que, a diferencia del doctor del Moral, descrito como «impaciente y brusco», la mayoría de los corredores sentían que el doctor Celaya se preocupaba por su salud. Gracias a su afabilidad, «convencía a los jóvenes a probar nuevas drogas». «Cuando dio testosterona a Hamilton por primera vez le dijo:‘esto no es dopaje, esto es por tu salud», refleja el texto, donde se asegura que el uso de drogas en el equipo estaba aceptado y que para referirse a ello empleaban términos como «programa» o «preparación» y otros como «Poe», «Edgar», «aceite» y «Giaca».
Miles de dólares por el váter
Celaya reemplazó como preparador físico del equipo a Prentice Steffen en 1997 y, según miembros de ese equipo, su llegada coincidió con el inicio del dopaje. Una de sus primeras decisiones fue medir el hematocrito de los ciclistas. Cuando se destapó el escándalo del ‘caso Festina’ en el Tour 98, cuenta una empleada del US Postal que Celaya «se puso frenético» y «el equipo se deshizo de «miles de dólares en sustancias dopantes tirándolos por el váter». Este doctor fue sustituido en el US Postal al inicio de la temporada 1999 y, según el informe de la USADA, «se incorporó al equipo español ONCE, en el que organizó un programa de dopaje en el que los médicos estaban profundamente implicados». De hecho, el ciclista alemán Jörg Jaksche testificó que Celaya estuvo involucrado en dopaje mientras él fue corredor del ONCE.
Según el testimonio de Vaughters, otro compañero de Armstrong, este doctor «distribuía EPOen bidones de agua rellenos con viales de EPO apretados entre hielo. En la botella vendrían el nombre del corredor y el número de dosis». Durante la Vuelta a España de 1998, Vaughters fue a la habitación del texano para utilizar su ordenador portátil. Delante de él, Armstrong se inyectó con una jeringuilla. Zabriske, otro ex del heptacampeón del Tour, confiesa que Lance siempre parecía saber cuándo llegaban los inspectores antidopaje. «Había un increíble sistema de aviso. Solíamos saber cuándo serían los controles con una hora de antelación. Había tiempo de sobra para usar un suero salino para rebajar nuestro nivel de hematocrito», explicó el exciclista.
Durante un Mundial en Holanda, los ciclistas llegaron a la carpa del equipo norteamericano y se encontraron con que Armstrong había pedido a su mujer, Kristin, que enrollara en un papel de plata tables de cortisona para él y sus compañeros. Uno de los ciclistas, exclamó:«La mujer de Lance está liando porros».
El informe también resulta demoledor contra el español José ‘Pepe’ Martí, que figuraba como entrenador y era conocido como ‘correo’. Según la declaración de Hincapie, le facilitó testosterona y EPO en 1999 y pagó por ella. Hamilton también confesó que alguna vez se la llevó desde la clínica de Del Moral en Valencia hasta Girona. El informe reproduce otra declaración de un integrante del equipo sobre una cena en Niza, que se retrasó porque Martí tenía que entregar EPOa Armstrong y era «más seguro cruzar la frontera por la noche». «Al final de la cena, Martí entregó a Armstrong una bolsa marrón de papel» y, cuando la abrió, el estadounidense sonrió y dijo: ‘oro líquido’. La declaración del estadounidense Levi Lepheimer revela también que Martí vendió EPO a corredores de otros equipos, un método que el ciclista conoció en primera persona cuando militaba en el Rabobank y en el Gerolsteiner.