La canadiense Alice Munro. / Archivo
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Asia y Norteamérica, dos potentes imanes para un Nobel

Munro, Roth, Murakami, Mo Yan, entre los posibles ganadores del Nobel de Literatura que se falla este jueves

MADRID Actualizado: Guardar
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Alice Munro y Philip Roth, americanos, junto a Haruki Murakami y Mo Yan, asiáticos, son cuatro de los aspirantes al premio Nobel de Literatura con posibilidades ciertas de hacerse con el galardón. Asia y Norteamérica son los dos imanes que perecen atraer el premio con más intensidad. La incertidumbre no se deshará hasta la una de la tarde de este jueves, cuando el secretario de la academia sueca comunique al mundo dese Estocolmo quién es el laureado. La rumorología de última hora apuntaba hacia una mujer, quizá norteamericana, aunque los designios de los académicos son inextricables.

Los aspirantes son más de 200, con 46 candidatos que lo son por primera vez. Una lista muy abierta en la que también figuran el poeta sirio Adonis, el narrador albanés Ismail Kaderé, la también canadiense Anne Carson, el holandés Cees Nooteboom, el franco-checo Milan Kubndera, los estadounidenses Joyce Carol Oates, Bob Dylan, Don DeLillo, Scott Momaday, Cormac McCarthy y el esquivo Thomas Pynchon, además del irlandés William Trevor. El somalí Nuruddin Farah, la egipcia Nawal el Saadawi, el húngaro Péter Nádas, el nicaragüense Ernesto Cardenal, el keniano Ngugiwa Thiong'o y la italiana Dacia Maraini aparecen como posibles sorpresas.

En baile de apuestas el mejor colocado en los últimos días había sido el japonés Haruki Murakami (Kioto, 1949) a quien la casa de apuestas británica Ladbrokes colocó hasta el miércoles en el número uno. El segundo en las quinielas era el norteamericano Phillip Roth (Nueva Jersey, 1933), eterno candidato al Nobel pero reciente ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Letras, un reconocimiento que podría restar posibilidades al gran narrador judeoestadonuidense, dado que a los académicos suecos no les agrada ir a remolque de otras instituciones.

Quienes apuestan por un escritor estadounidense destacan que desde en 1993 el Nobel fuera para la narradora Toni Morrison, la academia sueca no ha vuelto a premiar las letras estadounidenses.

También ha sido candidata recurrente Alice Munro (Wingham, Canadá, 1931), escritora canadiense, autora de cuentos magistrales, cuya candidatura encaja con uno de los rumoras dominantes. "Sería el momento de que una mujer se lo lleve", dijo Susanna Romanus, responsable de la editorial sueca Norstedts. "Son muy pocas las que tiene este premio, apenas doce desde que se fallara por primer vez en 1901", destaca. Los varones premiados desde entonces han sido 108.

El segundo gran aspirante asiático es Mo Yan (Gaomi, 1955), uno de los autores chinos más leídos. Su verdadero nombre es Guan Moye y su seudónimo, Mo Yan, significa 'No hables'. Traducido a todas las grandes lenguas occidentales, es autor de 'Sorgo rojo', novela adaptada al cine por el director Zhang Yimou que mereció el Oso de Oro en Berlín en 1988. Publicó en 2008 'Las baladas del ajo', un retrato de la China rural y en 'Grandes pechos, amplias caderas' repasa la historia reciete de la China del siglo XX desde la experiencia de una mujer.

Bengt Söderhäll, presidente de la sociedad Stig Dagerman, destacó también "la esacesez de escritores de culturas y lenguas no europeas premiados". Su organización otorga cada año un premio en honor del escritor sueco Dagerman y en dos ocasiones en los últimos ocho años se anticipó al Nobel, con la austriaca Elfriede Jelinek (2004) y el francés Le Clézio (2008). Este año su organización premió a Nawal el Saadawi. "Murakami es uno de los que tendrá el premio Nobel, algun día, pero sería mejor recompensar a alguien que renueve la literatura, por lo que yo preferiría que se lo dieran a Nuruddin Farah", apuntó Söderhäll.

Las candidaturas para el Nobel se mantienen en secreto y el proceso de selección solo puede ser revelado 50 años después del fallo y la entrega del galardón. La Academia se caracteriza por unos métodos dignos de novelas de espionaje y para evitar filtraciones se utilizan nombres de códigos para los autores y falsas coberturas para los libros leídos en público por los jurados.