Atenas recibe a Merkel en pie de guerra
Unas 25.000 personas toman el centro de la capital griega en una feroz protesta
MADRID Actualizado: GuardarUnas 25.000 personas, algunas con pancartas con esvásticas en alusión a la ocupación nazi de Grecia , denunciaron el martes en Atenas la visita de la jefa del gobierno alemán Angela Merkel, principal impulsora de la política de duros ajustes en la Eurozona. La calma prevalecía en la concentración, aunque con algunos incidentes, como el que se produjo cuando la policía dispersó con gases irritantes a un grupo de manifestantes que trataba de derribar una valla de protección del Parlamento.
Unos 6.000 policías fueron desplegados en el centro de la ciudad. La protesta, en la plaza Symtagma, fue convocada por los sindicatos, por el partido Syriza -principal fuerza de la oposición de izquierda radical- y por grupos de derecha nacionalista.
"Fuera Merkel, Grecia no es una colonia", decía una pancarta de la columna del frente comunista Pame. "Mal Venida", "Fuera los imperialistas", "No al 4º Reich", proclamaban algunos eslóganes más hostiles, sobre todo de los sectores de la derecha nacionalista, en momentos en que el gobierno de coalición griego del primer ministro conservador Antonis Samaras saludaba con un mensaje de apoyo la llegada de Merkel.
Un hombre enarbolaba una pancarta con cruces esvásticas y las fotos de Merkel y de los tres jefes de gobierno griegos que se sucedieron desde el estallido de la crisis de la deuda en 2010. El jefe del Syriza, Alexis Tsipras, y el líder del partido de izquierda alemán Die Linke, Bernd Rixinger, que se apresentó en la plaza al frente de una delegación, trataban de recentrar las consignas contra la política liberal de Merkel.
Mnsaje de Tripsas
La protesta "nos da la oportunidad de decir que la Europa de los pueblos vencerá a la Europa de los ajustes (...), que la tradición democrática europea no permitirá que Grecia se convierta en un cementerio social", proclamó Tsipras. En la plaza, cerca del Parlamento, un decena de oficinistas salieron a la calle cuando pasaba la caravana que llevaba a Merkel: "Esta visita es una provocación, con toda esta austeridad. Vino a ver lo que puede comprar en Grecia ", dijo Maria, una de las empleadas.
Uno de sus colegas mostraba por la ventana de su despacho un mensaje irónico: "Welcome to your country" (Bienvida a su país). Otro empleado, Christos Kauras, sostenía sin embargo que Grecia "tiene que realizar las reformas" que le exigen sus acreedores internacionales (el BCE, la UE y el FMI). "Para mí existe un principio: un país no puede vivir por encima de sus medios", alegaba.