Arabia Saudí pide 100.000 enfermeras a España, que se niega por el trato a la mujer
BILBAO Actualizado: GuardarArabia Saudí ha pedido 100.000 enfermeras españolas. No es la primera vez. En una oferta anterior, un hospital de tercer nivel de Riad -la capital- solicitaba un centenar de profesionales con un sueldo de 3.500 euros netos al mes, y 3.750 si se trataba de especialistas. Como requisitos, llevar al menos dos años graduado y saber inglés a nivel 'first certificate' o similar. Como ganchos adicionales, un contrato de un año renovable, 54 días de vacaciones y vuelos gratis de ida y vuelta.
Suena tentador, pero el Consejo General de Enfermería, que ha recibido ahora la masiva oferta del país asiático, rechazó el ofrecimiento por «la condición de la mujer» por esos lares. Lo reveló ayer el presidente del Consejo, Máximo González Jurado. Y la negativa se produjo pese a la promesa de las autoridades saudíes de «relajar un poco la situación».
¿De qué situación hablamos? La segregación entre sexos todavía se aplica en la ultraconservadora sociedad saudí. Los avances son timidísimos y, recientemente, el rey Abdullah anunció que las mujeres podrían votar en las elecciones de 2015. Pero lo cierto es que las saudíes siguen sometidas a la custodia de un varón, que puede ser el padre, el marido o, en su defecto, otro hombre de la familia. Sin su autorización no pueden -entre otras cosas- trabajar, viajar al exterior o ser intervenidas quirúrgicamente. Tienen prohibido, además, conducir vehículos . Una mujer que infringió esta norma fue condenada el año pasado a diez latigazos.
Con este panorama, el Consejo General de Enfermería tenía claro que colaborar en el envío de 100.000 profesionales no era buena idea. Porque, no lo hay que olvidar, el 87% de quienes tienen esa titulación en España son mujeres.
Sin posibilidad de trabajar
La decisión se produce en un momento difícil porque el paro golpea a las enfermeras como nunca lo había hecho. Según el Observatorio de Empleo Enfermero, actualmente hay en España 16.375 profesionales sin trabajo (la tasa es de un 6,63%), a las que habría que sumar las más de 9.000 que han acabado la carrera en junio de este año «sin posibilidad alguna de trabajar», alertó ayer Máximo González Jurado. El asunto es aún más sangrante si se tiene en cuenta que se trata de un colectivo que históricamente apenas había sufrido el desempleo. De hecho, en solo dos años, casi se ha triplicado la cifra de paradas.
Por eso, la solución está en el extranjero. No en Arabia Saudí (país con 27,6 millones, incluyendo alrededor de 5,5 millones de residentes foráneos), pero sí en otros Estados con valores más en sintonía con nuestra mentalidad. Para facilitar dar salida a las enfermeras se ha creado el programa Euronursing, que pretende ayudar a las profesionales a encontrar empleo fuera de España. «Ahora mismo la diáspora es tremenda. Están todas las profesionales en academias de idiomas, aprendiendo como sea porque saben que la única salida es irse al extranjero», admite González Jurado.
Según los cálculos del Consejo General de Enfermería, actualmente en Europa se necesitan unas 13.000 profesionales, de manera que el objetivo es contactar con los países demandantes, negociar las condiciones de trabajo y ofrecer apoyo personalizado a quienes se interesen en marcharse para que reciban desde formación lingüística hasta un seguro de viaje y asesoramiento sobre el funcionamiento del sistema sanitario del país de turno.
Euronursing tiene las bendiciones de la ministra de Sanidad, que ya ha mostrado su disposición a colaborar en la firma de convenios con los ministerios de Trabajo y Asuntos Exteriores e institucionalizar el proyecto. Sin embargo, esta es una solución a corto plazo. «No se puede tener una fábrica de enfermeras para que luego se vayan al extranjero», alerta González Jurado.