Interior de la Bolsa de Madrid. / J.M. Espinosa (Efe) | Vídeo: Europa Press
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¿Respiro o agotamiento?

El selectivo se ha anotado su sexta subida consecutiva tras repuntar un 0,26% al cierre de la sesión

MADRID Actualizado: Guardar
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Va a ser verdad lo que dicen algunos analistas de que el Ibex-35 no puede tener mucho potencial por la recesión de la economía española, que se acentuará gracias a las condiciones que impondrá Europa a cambio del rescate y que se sufrirá también en los resultados empresariales, y por la debilidad económica global. Además, gran parte de las buenas noticias que dio el jueves Mario Draghi ya se recogieron con el mejor mes de agosto en veinte años y con la fuerte subida que el índice acumula desde mínimos y que supera el 30%. Ayer vimos síntomas de agotamiento. El selectivo español amaneció decidido a conquistar los 8.000 puntos. De hecho, marcó máximos de la jornada en los 8.026,30 puntos pasadas las nueve y media de la mañana, pero a partir de ahí el indicador comenzó a debilitarse.

Pasada la una de la tarde, el índice ya estaba plano. Y así, peleando entre los números rojos y los verdes, se mantuvo hasta el cierre de la jornada. Quizá sea pedirle demasiado que rompa ese nivel a la primera de cambio cuando el miércoles no llegaba a los 7.500 puntos, sobre todo cuando en la sesión anterior había sumado casi un 5%. Con todo, el indicador termina la semana con una subida de más de un 6%.

Al final, con todo, consiguió terminar la sesión en positivo: se apuntó un 0,26%, para dar un último cambio en los 7.882,80 puntos. El Cac 40 francés igualó el resultado del selectivo. Algo más ganó el Ftse 100 británico: sumó un 0,30%. Y el Dax alemán avanzó un 0,66%. El más rentable de la sesión fue el Ftse Mib de Milán, que se apuntó un 2,09%. También el PSI-20 de Lisboa sumó más de un 2%.

En el mercado de deuda, en cambio, la mejora de la prima de riesgo de España se mantuvo durante todo el día. A primera hora bajó hasta el entorno de los 410 puntos básicos desde el entorno de los 450 en que había cerrado la jornada anterior y alrededor de ese entorno osciló durante toda la sesión, el nivel más bajo desde principios de mayo. Cierra, además, con la mayor bajada semanal de la era del euro: más de 140 puntos básicos en sólo cinco días. La rentabilidad del bono español a diez años cayó hasta el 5,64%. Abandona, pues, el nivel del 6%. Y se aleja definitivamente del máximo que marcó el 24 de julio en el 7,62%.

El misterio de la deuda alemana

La mejora de la prima de riesgo pudo haber sido superior, dado que la rentabilidad del bono alemán a diez años llegó a situarse por encima del 1,63% por la mañana, después de publicarse muy buenos datos de la primera economía europea: en primer lugar, la balanza comercial, que tuvo más superávit de lo esperado, con unas exportaciones creciendo más de lo esperado y también las importaciones. Además, la producción industrial creció en julio un 1,3% mensual, cuando se esperaba nulo crecimiento.

Ante la perspectiva de mejora de la situación económica alemana, los tipos de interés de su deuda subieron: los inversores demandan activos de más riesgo. Pero se dieron la vuelta en cuanto se publicó el informe de empleo privado de Estados Unidos. La tasa de paro bajó del 8,3% hasta el 8,1%. Una buena noticia si no fuera porque la creación de empleo fue muy decepcionante. En agosto se contrataron a 96.000 trabajadores en actividades no agrícolas, por debajo de los 130.000 que esperaban los analistas. El sector privado dio empleo a 103.000 personas, por debajo también de los 142.000 estimados. El sector manufacturero se deshizo de 15.000 empleados, cuando el consenso de analistas había previsto la creación de 10.000 nuevos puestos de trabajo.

Con estas referencias, la rentabilidad del bono alemán a diez años bajó hasta el 1,51% de nuevo. Peores perspectivas de crecimiento. Y, también, el aumento de la probabilidad de la puesta en marcha de un programa de compra de deuda por parte de la Reserva Federal norteamericana dado que este informe de empleo es tan débil. No hay que olvidar que las operaciones de la Fed se han basado sobre todo en la compra de deuda a largo plazo y que su argumento fundamental para justificar un nuevo programa de estímulo es la debilidad que aún muestra el mercado de trabajo.

Por las renovadas esperanzas en que Bernanke actúe, los índices de renta variable estadounidenses no se atrevían a bajar y se mantenían sin una tendencia muy clara.

Siguiendo con la deuda española, el bono a dos años continuó mejorando: su rentabilidad bajó desde el 2,78% hasta el 2,58%. La prima de riesgo italiana bajó de los 368 hasta los 350 puntos básicos. La rentabilidad del bono a diez años, desde el 5,23% hasta el 5,02%. Pero la rentabilidad de su deuda a dos años subió desde el 2,13% hasta el 2,15%. ¿Puede ser indicativo de que el recorrido a la baja de las rentabilidades de la deuda a corto plazo está llegando a su fin y que puede comenzar a ser más atractiva la deuda a largo plazo?

En el selectivo español, Gas Natural lideró los ascensos, con una revalorización del 8,08%, ¿Ello se debe al alivio que le supone la bajada de la prima de riesgo por su elevada deuda? Posiblemente. A continuación, ArcelorMittal, que avanzó un 4,38%. Iberdrola se colocó en tercer lugar, con una subida del 2,92%. Acerinox y Enagás también ganaron más de dos puntos porcentuales.

Entre los mejores, más “blue chips”: BBVA, Telefónica y el Santander, que se apuntaron entre un 1,7% y un 1,9%. Hay analistas que dicen que el nuevo dinero que entre en el mercado español lo tiene que hacer a través de los grandes valores. Además, el banco que preside Emilio Botín dio una muy buena noticia: colocó bonos a tres años y medio por un importe de 2.500 millones de euros. Pero la petrolera Repsol se quedó fuera del grupo de valores alcistas: se dejó un 0,76%.

Caída de Inditex tras marcar máximos

Y también Inditex, que fue el valor que más cayó de todo el mercado español, con un retroceso del 6,74% tras tocar máximos históricos en los 96,50 euros a primera hora de la mañana. A continuación, el Sabadell, que perdió un 4,54%. La textil y el banco fueron los dos peores valores de todo el mercado español. Dia y Abengoa, por su parte, retrocedieron más de un 2%. Entre los valores a la baja, más del sector financiero, como Popular o CaixaBank, además de Mapfre.

En el Mercado Continuo, Metrovacesa fue el valor que más ganó: se disparó un 33,33% porque es la propietaria de terrenos en el ámbito de la Ciudad Norte de Alcorcón, donde podría ubicarse el complejo Eurovegas. En respuesta a la CNMV, que requirió información sobre lo que podría estar haciéndole subir en Bolsa, comentó que no tiene suscrito acuerdo alguno en relación al proyecto ni le consta que haya acuerdos por parte de terceros. A continuación, Urbas, con una nada despreciable subida del 14,29%. Fueron los dos únicos valores que subieron más que Gas Natural.

En el mercado de divisas, el euro escaló hasta 1,2789 unidades. En el de materias primas, ligeras subidas para el petróleo a uno y a otro lado del Atlántico, mientras que el cobre subió un 3,66% y el oro, cerca de un 2%. El gráfico del oro es el mejor termómetro para medir las expectativas de una nueva ronda de expansión monetaria por parte de la Reserva Federal norteamericana: pegó un tirón justo coincidiendo con la publicación del informe de empleo de Estados Unidos. A las dos de la tarde cotizaba por debajo de los 1.700 dólares por onza. Minutos después se instalaba por encima de los 1.720 y, al cierre, se acercaba a los 1.740 dólares.