Vuelve el espectáculo de la NFL

Se acabó el tiempo para las probaturas. Conjuntados o no los equipos, la NFL abrirá su temporada 2012/2013 el próximo miércoles con el duelo que librarán los New York Giants y los Dallas Cowboys en el MetLife Stadium, con los vigentes campeones oficiando de anfitriones ante uno de los conjuntos con un más esplendoroso palmarés de cuantos disputan la liga profesional de fútbol americano.

Precedido por el show 'NFL Kickoff 2012', que contará con las actuaciones de Mariah Carey y No Doubt, banda que presentará su primer disco en un década, 'Push and shove', el choque ofrecerá el duelo estelar entre dos de los mejores quarterbacks de la actualidad, Eli Manning, que busca este año su tercera Super Bowl, y Tony Romo, el encargado de liderar a unos Cowboys cuyo último título data de 1995 y que han reforzado su parcela más vulnerable, la línea defensiva, con la esperanza de remontar el vuelo tras la decepcionante campaña pasada, aunque para ello deberán lidiar con un complicado calendario que les obliga a disputar seis de sus primeros nueve encuentros lejos de su estadio.

A diferencia de lo ocurrido el año anterior, cuando las disputas en torno al convenio colectivo llegaron a amenazar el comienzo de la temporada, este verano las aguas han bajado más calmadas, permitiendo a los aficionados discutir sobre la conveniencia de los traspasos efectuados en lugar de preocuparse porque se les pudiera hurtar uno de los grandes espectáculos deportivos del planeta.

Desde el miércoles, legiones de seguidores abarrotarán los estadios y harán que se disparen las audiencias de las retransmisiones de los choques entre los 32 equipos, encuadrados en ocho divisiones, que componen la NFL. El objetivo final, acceder a la Super Bowl, el evento deportivo que concita un mayor número de telespectadores en Estados Unidos y que fuera del país de las barras y las estrellas atrae incluso a aquellos que apenas saben qué es un touchdown.

Brady persigue la revancha

Dentro de la Conferencia Americana, AFC, los grandes favoritos para alcanzar el partido decisivo son, una vez más, los New England Patriots. Ganadores de siete de los últimos ocho títulos de la división AFC Este, el año pasado cayeron en la final disputada en el Lucas Oil Stadium de Indianápolis ante los Giants, que frustraron el sueño de Tom Brady de igualar al legendario Joe Montana como el hombre que más veces ha sido escogido como MVP de la Super Bowl. El marido de la modelo brasileña Gisele Bündchen buscará desquitarse de la afrenta de que le hizo objeto Eli Manning capitaneando de nuevo una de las maquinarias ofensivas más mortíferas de toda la NFL, que se ha visto reforzada este verano con la llegada del receptor Brandon Lloyd. Pero donde verdaderamente ha echado el resto la franquicia ha sido en la retaguardia, con la incorporación de Chandler Jones y Dont'a Hightower, procedentes ambos del draft. De esta forma, el entrenador Bill Belichick pretende cubrir las espaldas de su estrella para pelear por un título que no logran desde 2005.

Entre los principales rivales de los Patriots dentro de la Conferencia Americana destacan, a priori, los Pittsburgh Steelers, con su temible defensa liderada por Timmons y Polamalu y un ataque de garantías una vez solventada la disputa contractual con el receptor Mike Wallace, y con Ben Roethlisberger liderando las operaciones, aunque para verles a tope seguramente haya que esperar a que Rashard Mendenhall se recupere de su lesión y rezar porque los problemas físicos no sigan diezmando a la plantilla. Buenas opciones de pelear por el Trofeo Vince Lombardi tienen también los Baltimore Ravens de Joe Flacco y unos remozados Denver Broncos que sean hecho con los servicios de uno de los grandes quarterbacks de las últimas décadas, Peyton Manning, para remplazar a un Tim Tebow que jugará con los New Jork Jets. Tras catorce temporadas con los Colts de Indianápolis, Manning tendrá a su lado a talentosos jugadores como Eric Decker o Demaryius Thomas para ayudarle en su búsqueda de un nuevo anillo con el que rubricar su extraordinaria carrera.

Manning busca entrar en la leyenda

Por lo que respecta a la Conferencia Nacional, NFC, los New York Giants parten con la presión derivada de ser los vigentes campeones. Eli Manning se sacudió definitivamente el año pasado la etiqueta de 'hermanísimo' de Peyton frente a los Patriots y ya nadie duda de su capacidad de respuesta en los momentos clave. Pero el equipo de la Gran Manzana ha perdido a jugadores importantes como Brandon Jacobs, Mario Manningham o Kareem McKenzie y será preciso ver cómo se acoplan sus rookies antes de juzgar si están en condiciones de revalidar el título, algo que nadie logra desde que lo hicieran los Patriots en 2005.

En caso de que los Giants no den la talla, los mejor colocados podrían ser los Green Bay Packers, que se llevaron a casa el Trofeo Vince Lombardi en 2011 y que malograron una fantástica temporada cayendo a las primeras de cambio en los playoffs frente a los neoyorquinos. Su ataque se perfila tan demoledor como la campaña pasada, con un Aaron Rodgers acostumbrado a sembrar el terror entre los aficionados rivales, y la defensa ha sufrido un completo lavado de cara tras el nefasto desempeño que tuvo el año anterior. Buena pinta tienen también los Dallas Cowboys, que se han hecho con los servicios del prometedor cornerback Morris Claiborne, y los San Francisco 49ers, cuyas prestaciones sorprendieron a todos la temporada pasada y que han reclutado a dos exGiants como Brandon Jacobs y Mario Manningham, además de sacar del retiro al receptor Randy Moss para completar una magnífica línea ofensiva al servicio del quarterback Alex Smith. Su compactada defensa, liderada por Patrick Willis, podría llevar a la franquicia entrenada por Jim Harbaugh a una final que no alcanzan desde 1995.

Estos son, sobre el papel, los grandes 'gallos' que pelearán por estar el 3 de febrero de 2013 en el Mercedes-Benz Superdome de Nueva Orleans, escenario de la XLVII edición de la Super Bowl. Será allí donde alcance su cénit una campaña que volverá a dejar grabados en la retina de los aficionados pases espectaculares, interceptaciones imposibles y touchdowns memorables acompañados del colorido de las gradas y los números de las animadoras más sexys del planeta.