La madurez de Chloé

El Palais de Tokyo de París abre sus puertas para rendir tributo a Chloé. La ‘maison’ francesa conmemora sesenta años de vida con una espectacular exposición en la que se exhibirán los diseños más emblemáticos de su historia. Fundada por la egipcia Gaby Aghion y su socio Jacques Lenoir en 1952, a la sexagenaria firma se le debe el origen del prê-à-porter, un revolucionario paso que inició el camino hacia la democratización de la moda.

De las setenta piezas que se exhibirán en la retrospectiva ‘Chloé Attitudes’ solo 16 son las que conforman la colección cápsula que la firma ha decidido lanzar, con motivo de su aniversario. Entre estas ‘joyas’, se hallan el ‘vestido violín’, diseñado por Karl Lagerfeld en 1983; la ‘camisa piña’, de Stella McCartney (2001); y el bolso ‘Paddington bag’, creado por Phoebe Philo (2005). Por el momento, se desconoce el resto de diseños que forman parte de esta minicolección, aunque sí se conoce que solo estará a la venta en sus tiendas insignia en febrero de 2013.

Con un estilo audaz y joven, Aghion se abrió paso en la encorsetada moda de la década de los 50, dominada por la alta costura de Cristóbal Balenciaga, Coco Chanel o Givenchy, entre otros. En 1952 bautiza a la firma con el nombre de su amigo Chloé y un año después crea su primera colección mientras pasaba el rato en el parisino café Flore de París.

Tímidamente se fue apoderando del gusto de las mujeres, con su particular visión de la moda, alejada de la rigidez que imponía la alta costura y siempre pensando en las necesidades de la mujer de la época. La muestra también exhibirá bocetos, documentos y fotografías que redescubren la historia de la ‘maison’ francesa, de la que Gérard Pipart, Maxime de la Falaise, Karl Lagerfeld, Martine Sitbon, Stella McCartney, Phoebe Philo, Hannah MacGibbon y Clare Waight Keller han formado parte en distintas etapas a lo largo de estas seis décadas.

Y es que una de las señas de identidad de Chloé es su apuesta por jóvenes diseñadores. Así, Karl Lagerfeld desembarcó en la firma en 1966 cuando contaba con 28 años de edad. Su experiencia era limitada, pero bajo la tutela del ‘kaiser’ la casa de moda vivió una de sus épocas doradas –en los 70-, cuando Jackie Kennedy, Grace Kelly o Maria Callas se declaraban incondicionales de los diseños del alemán. En 1997, llega el turno para Stella McCartney. La británica, por aquel entonces tenía 26 años pero su inexperiencia no le impidió reinventar la firma con un estilo romántico.