La entrega del Mallorca se lleva un punto de Málaga

A cuatro días del cielo colocaron al Málaga una distracción incómoda en su camino. Un duelo a las once de la noche y un rival rocoso con la voluntad como gran arma para exprimir el castigo que podría ser la ambición local. Pellegrini optó por una mezcla de presumibles no habituales con titulares dentro de su plantilla de 20 hombres y se deslizó a un paso de sucumbir al oficio de Caparrós.

Debieron aguardar los aficionados a que llegara un nuevo día para observar los momentos más vivificantes del partido. Entonces el trabajo de zapadores de los mallorquinistas dio su fruto en una buena contra de Nsué que acabó con el cabezazo a gol de Hemed.

Hasta ese momento de acierto había transcurrido más de una hora de partido en la que los de Joaquín Caparrós habían presionado con líneas adelantadas y en busca de la anticipación al juego de pases que posibilitara a los visitantes algún contragolpe. Sin embargo, el duelo del sábado se desarrolló con poco dinamismo porque los andaluces desplegaron su juego de pases con pocos riesgos y la suma de circunstancias propició el dominio territorial de los locales pero con poco movimiento sobre el césped. Solo un disparo lejano de Javi Márquez, jugador que un año antes había sido el verdugo del Málaga, interrumpió un duelo con más orden que creatividad.

Pero el tanto bermellón en domingo desencadenó nuevos caminos. Inmediatamente Pellegrini apostó por Juanmi y Eliseu en el campo sin cambiar posiciones pero sí actitudes. El primero animó el ataque de los malagueños hasta lograr un gol y animar la noche para la apuesta por la remontada. La entrada de Joaquín en los minutos finales pareció alumbrar a la pareja perfecta para la victoria hasta que Eliseu soltó su brazo sobre un rival y fue expulsado. Con diez jugadores, los locales se enfriaron y hasta el Mallorca encontró la posibilidad de llevarse el triunfo en otro balón largo a la espalda de los locales que Caballero resolvió ante el disparo de Casadesús.

Al final, las rotaciones de Pellegrini no se transformaron en un partido plácido y debieron acudir en su ayuda futbolistas que podrían pagar en Atenas el próximo martes el esfuerzo en una fecha clave para la historia del Málaga ya que están a un paso de acceder a la fase de grupos de la Liga de Campeones.