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Jessica Alonso: «La crisis me obliga a marcharme al extranjero»
«Tras la derrota en semifinales ante Montenegro, el equipo se sobrepuso y logró una medalla histórica» Jessica Alonso Medalla de bronce en balonmano en los Juegos de Londres
| GIJÓN. Actualizado: GuardarJessica Alonso, una de las 'guerreras olímpicas' de la selección femenina de balonmano que logró el bronce en Londres, disfrutó ayer, en su Gijón natal, tras pasar tres días de descanso en León con su familia y su novio Diego, su única jornada con sus amigos antes de partir este viernes a Serbia. Dice que merecían la medalla, que se siente orgullosa de forma parte de la mejor España y que con el tiempo se valorará aún más lo que han conseguido.
-No ha pasado una semana, ¿pero la imagen del final del partido ante Corea la visualiza cada poco?
-Sin duda fue el momento más feliz para nosotras, porque vimos recompensado el trabajo, pero sobre todo creo que lo merecíamos después de tantas semifinales en Europeos y Mundiales.
-Tras ganar a un oro olímpico y mundial como Noruega, la semifinal ante Montenegro parecía fácil, pero se perdió y luego ante un rival como Corea del Sur, con el que se había perdido en la primera fase, se ganó, que era lo más complicado.
-Dependía de nosotras, por lo que teníamos claro que si defendíamos bien y mostrábamos la misma regularidad en ataque de los últimos cinco partidos era posible conseguirlo. Con nuestro juego podíamos vencer a cualquier equipo. Ante Montenegro nos dio rabia perder, porque no demostramos el nivel que tuvimos hasta entonces, y, además, quedó claro que ellas no eran superiores.
-Al caer ante las balcánicas, en el pase a la final, parecía complicado recuperarse por cómo quedó el equipo de tocado...
-Teníamos la experiencia del Mundial de Brasil y habíamos jugado en los últimos años varias semifinales de campeonatos importantes. En este sentido, el equipo ha crecido mucho, ya que supo sobreponerse, pero lo que teníamos claro es que había una medalla olímpica en juego tan importante o más que la de oro o la de plata.
-Parece que al tomar la responsabilidad de sustituir a Carmen Martín se vio a una Jessica de un altísimo nivel.
-No sé si la mejor Jessica o no, pero me tocó desarrollar un papel que hasta ahora no tenía, como era el asumir la responsabilidad de ser la extremo titular. Me vi capacitada y creo que crecí como jugadora en estos partidos finales. Y es que cuando tienes a la mejor segunda línea zurda del mundo en tu posición estás limitada de minutos y no juegas con la misma confianza, pero en esta ocasión tuve todos estos factores a mi favor y salieron bien las cosas.
-¿Qué siente al formar parte de la mejor selección femenina de todos los tiempos?
-Me siento muy orgullosa y creo que soy muy afortunada por haber entrado en este grupo, ya que las diferencias entre unas y otras a veces son muy pequeñas, por lo que estoy agradecida al seleccionador. Seguro que con el tiempo valoraré todo esto un poco más.
- ¿Disfrutó estos días con su familia?
-Mis padres están como locos porque vivieron mis éxitos internacionales desde la lejanía y tras los Juegos se han dado cuenta de a donde he llegado. Ni se lo imaginaban. Allí, en Valdevimbre, estos días 'flipé' porque todo el mundo se ha volcado conmigo, hasta la gente mayor de 70 y 80 años. Ha sido muy emocionante.
-¿Tenía ganas de venir a Gijón?
-Muchas. Me dio rabia no poder venir directamente desde Londres, pero tengo sólo cuatro días de vacaciones antes de irme un a Serbia y la prioridad es mi familia y mi pareja, que también estaba en León, pero hice un hueco para venir a Gijón a ver, sobre todo, a mis amigos y a disfrutar un poco.
-¿La medalla a quién va dedicada?
-A mi familia, a mi novio Diego y a mis amigos, que son los que sufrieron como yo, pero, en general, a esa gente que me apoya, que han sido muchos, y, especialmente, al balonmano asturiano.
-¿Sabe que cuando anotó el tanto decisivo el seleccionador dio una voltereta y casi se lesiona?
-No lo vi en el momento. Me lo perdí, pero luego hablé con Jorge y me dijo que estaba un poco fastidiado, aunque mereció la pena un poco de dolor (entre risas).
-Algunas de sus compañeras hicieron promesas si sacaban metal
-Marta Mangué se cortó el pelo, Vero Cuadrado y Begoña Fernández se lo tiñeron. Otras hicieron tatuajes y algunas se tiraron en paracaídas, pero yo ni me inmuté.
-¿Y en la villa olímpica?
-Fenomenal. Todo parecía muy normal. Hasta Gasol se hacía fotos con nosotras sin pedírselo.
-¿Este éxito puede ayudar al balonmano femenino?
-Ojalá, aunque llevamos tanto tiempo consiguiendo cosas. Sin ir más lejos, en Navidad sacamos un bronce en el Mundial y nada. De hecho es que esta temporada la Liga casi desaparece. Ya me conformo con que la gente nos siga un poco más.
-¿La crisis le ha obligado a marchar a jugar al extranjero?
-Sí. De las 14 jugadoras de la selección, once nos vamos a jugar al extranjero, un dato revelador de cómo está la situación en España. Mi equipo, el Itxaco, que lo ganó todo los últimos años, desaparece.
-¿Y el balonmano asturiano?
-El masculino está bien, con una gente con muchas ganas en el Gijón Jovellanos, que quiere hacernos disfrutar de nuevo, pero el femenino, que no sé qué equipo ha hecho, descendió y me gustaría que se recuperase esa plaza.