El efecto Draghi se desvanece

En realidad, no tiene por qué existir contradicción entre lo que afirmó hace una semana Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo (BCE)-"haremos todo lo necesario"- y lo que ha expuesto tras la reunión mensual del BCE -"se llevarán a cabo medidas excepcionales, pero bajo una condicionalidad estricta"-. Las expectativas generadas por el mercado habían sido tan grandes, que sólo un anuncio impactante habría colmado la sed de los inversores. Y, por lo general, tras las reuniones del BCE se puede difundir de todo, menos concreción. La apuesta de los mercados iba enfocada hacia la compra directa de bonos. Y en cuanto Draghi omitió el tema, las ventas se propagaron por todos los parqués, en especial el español, que sucumbió un 5,16%, hasta los 6.373 puntos. A partir de ahora, y con las vistas puestas en las "próximas semanas" en las que el BCE estima articular algunas medidas, se prevé un mes de agosto tan o más volátil que el del año pasado. El Ibex-35 regresa al nivel de hace una semana y se expone a perder, de nuevo, el soporte de los 6.000 puntos, una referencia de hace nueve años.

Si el mercado cedió de forma considerable ante la decepción, mucho peor se comportaron los bonos españoles que cotizan en el mercado secundario de deuda. La rentabilidad del bono español a 10 años volvió a superar la cota del 7,00% y cerró en el 7,17%. Mientras tanto, el interés que se exigen los inversores por el 'bund' alemán cedió un 10% y se situó en el 1,23%. De esta forma, la prima de riesgo ascendió desde los 535 hasta los 594 puntos básicos, otra vez rozando la barrera psicológica de los 600. Afortunadamente, la subasta de Bonos emitida por el Tesoro se resolvió con una muy fuerte demanda y un interés medio del 6,7%, justo antes de las declaraciones de Draghi.

Caídas en otros parqués

En el resto de Europa, también se impusieron las ventas de los mercados bursátiles, en especial las de Italia, donde el MIB caía un 4,64%. Por su parte, el Eurostoxx-50 cedió un 3,00%, el CAC francés se dejaba un 2,68%, el DAX alemán un 2,20% y el FTSE londinense, un 0,88%. El precio del barril de Brent se situó por encima de los 106 dólares y el euro, que llegó a superar los 1,23 dólares durante buena parte de la sesión, finalmente se dejaba un 0,68% y situaba su cambio en el 1,216%.

El profundo retroceso del mercado bursátil se ha debido a las ventas registradas en los grandes valores del Ibex-35. Entre todos ellos, el que menos terreno se ha dejado ha sido Telefónica, cuyas acciones pierden un 6,29% de su valor. A partir de ahí, el retroceso es mucho mayor en valores como Repsol (-6,66%) o Iberdrola (-6,83%).

Junto a los 'blue chips', la banca tampoco ha sido inmune a la falta de concreción en las medidas a adoptar por parte del BCE. Los inversores son conscientes de que cualquier temor generalizado sobre la economía supone un temor aún mayor para el sector de la banca. Por ello, las pérdidas han rozado el 8%, en el caso del Popular. Sabadell se ha dejado un 7,53%, Santander un 6,69%, Caixabank un 6,51%, BBVA un 6,42% y Bankinter un 5,49%. Caso aparte es el de Bankia, un valor inmiscuido en verdadero clima de volatilidad. En esta jornada, ha ganado otro 4,70% de su valor y ha situado el valor de su acción cerca de los 0,90 euros. En 12 días, acumula unas ganancias cercanas al 60%.

Los títulos con peor comportamiento del Ibex-35 han sido Sacyr-Vallehermoso (-8,96%), ArcelorMittal (-8,90%) y FCC (-8,64%).

En el Mercado Continuo, los mayores avances han llegado de la mano de Dermoestética (7,14%), Adolfo Domínguez (4,43%) y Vértice 360 (4,35%). Por su parte, las compañías que más terreno se han dejado han sido Inypsa (-9,68%), Urbas (-8,33%) y Sniace (-7,72%).