EE UU sigue considerando a Al-Qaida una «seria» amenaza
Pese a la presión contra el núcleo de la red en Pakistán, el grupo terrorista ha logrado adaptarse a las nuevas circunstancias
WASHINGTON Actualizado: GuardarAl-Qaida continúa siendo una "seria" amenaza para Estados Unidos pese a la muerte de su líder, Osama bin Laden, en 2011, según el informe anual sobre el terrorismo en el mundo que ha presentado el Departamento de Estado.
Este informe, que Estados Unidos presenta anualmente para enviar al Congreso y que este tome medidas económicas respecto a los países implicados, destaca que pese a la presión contra el núcleo de Al-Qaida en Pakistán, el grupo terrorista y sus afiliados han mostrado "resistencia" y han logrado "adaptarse" a las nuevas circunstancias. "Conservan la capacidad de lanzar ataques regionales e internacionales, y eso es una amenaza seria y continua para nuestra seguridad nacional", según el informe oficial estadounidense.
En mayo de 2011, Osama bin Laden, líder de Al-Qaida durante 22 años, fue abatido en una operación militar estadounidense en el complejo residencial en el que se ocultaba, en la localidad de Abbotabad en Pakistán. "La pérdida de Bin Laden y otras operaciones clave -que involucraron la muerte de otros cuatro altos cargos de Al-Qaida- han puesto a la red en un camino de declive que será difícil de revertir", señala el Departamento de Estado.
Esas operaciones incluyen las muertes en junio de 2011 de Ilyas Kashmiri, el comandante paquistaní más importante de Al-Qaida, que ganó notoriedad en la red terrorista tras la muerte de Bin Laden, y de Harun Fazul, el cerebro de los atentados contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania en 1998. También murieron, en agosto, Atiyah Abd al Rahman, número dos de Al-Qaida, y en septiembre, el clérigo radical Anuar al Awlaki, considerado uno de los cabecillas de Al-Qaida en la Península Arábiga (AQPA).
Resurgir de los grupos afiliados
No obstante, el informe destaca que aunque el núcleo de Al-Qaida "se ha debilitado" ha habido un "resurgir" de los grupos afiliados a la organización en todo el mundo. Estados Unidos apunta que el grupo ha logrado hacerse con el control de un territorio en el sur de Yemen, base de sus operaciones, y está aprovechando la inestabilidad política del país para conspirar contra intereses regionales y occidentales.
En la región africana del Sahel, Al-Qaida en el Magreb Islámico ha logrado aumentar sus fondos con rescates de secuestros y ha aprovechado la inestabilidad política en Libia y Malí para afianzar su presencia.
Otro de los grupos de afiliados que preocupa a Estados Unidos es Al Shabaab, que "ha demostrado su deseo y su habilidad para atacar fuera de Somalia" y sus atentados causaron más de 1.000 muertos el pasado año.
Estados Unidos señala que, aunque el pasado año no hubo atentados en su territorio, continúa preocupado por amenazas provenientes de personas aparentemente entrenadas "por Al-Qaida y sus afiliados", como el nigeriano Omar Faruk Abdulmutallab, acusado de intentar hacer explotar un avión comercial con 300 personas en 2009 y que se declaró culpable de los ocho cargos que se le imputaron.
El informe señala que grupos como el palestino Hamás y el libanés Hizbulá participan en la "desestabilización en Oriente Medio" y tienen relaciones con los regímenes de Siria e Irán.