Los padres de los niños fallecidos en el incendio de Doha denuncian la apatía del Gobierno
Las familias de los trece menores que murieron en el fuego piden respuestas sobre la tragedia ocurrida a las Autoridades
MADRID Actualizado: GuardarDos meses después del trágico incendio en una guardería de Doha en el que murieron trece niños, sus familias han denunciado que no tienen constancia oficial por parte de las autoridades de Catar ni de que se esté investigando, ni de las supuestas responsabilidades. "Aparte del dolor inconmensurable, que nunca se podrá paliar, lo más grave es que no tienen ninguna información de la investigación que se supone que se ha abierto para saber exactamente las causas y las posibles responsabilidades", han explicado fuentes cercanas a las familias afectadas.
Las mismas fuentes han precisado que el Gobierno catarí no ha tenido ni el acto de caridad de ponerse en contacto con ellos y darles el pésame. No lo han hecho para nada. "No se trata de hacer juicios de valor, sino de transmitir un hecho fáctico que es que no tienen ninguna información de cómo se está investigando el incendio que provocó la muerte de trece niños inocentes, y un dolor que nunca superarán sus padres", han añadido. Las familias consideran que es obligatorio en cualquier estado de derecho que se les de una información de cómo se está investigando y qué acciones judiciales se han iniciado.
Según las primeras investigaciones realizadas por el Departamento de Defensa Civil de Catar, el incendio que afectó al centro comercial de Doha y a la guardería, el pasado 28 de mayo, pudo haber sido provocado por un fallo electrónico, un cigarrillo mal apagado o un acto negligente. Un día después, el fiscal general ordenó la detención de cinco personas responsables del complejo, incluida la hija del ministro de Cultura catarí y propietaria de la guardería, Imram al-Kuwari, por supuesta negligencia. El Gobierno mantuvo que los servicios de extinción y asistencia habían sido muy rápidos, a pesar de que testigos denunciaron que los bomberos llegaron tarde y no tenían conocimiento de la guardería.
En el incendio fallecieron trece niños, entre ellos cuatro españoles. Los demás procedían de varios países, entre otros Japón, Filipinas, Benin y Nueva Zelanda. También murieron seis adultos, cuatro maestras y dos bomberos, y una veintena de personas resultaron heridas. Según las fuentes, la mayoría de los padres de los pequeños fallecidos han regresado a Catar a trabajar y desde entonces no han tenido ningún tipo de contacto con las autoridades del país.