Dos incendios descontrolados en Girona se cobran la vida de tres personas

El fuego vuelve a tornarse en tragedia. Los dos incendios forestales que se han declarado a primera hora de la tarde en la provincia de Girona, uno en la localidad fronteriza de La Jonquera (Girona) y el otro en el municipio costero de Portbou, han dejado un panorama desolador, con más de 13.000 hectáreas arrasadas por el fuego, 22 heridos y la desgracia por la muerte de tres personas, una de ellas una menor de 15 años.

Al menos mil personas han tenido que pasar la noche refugiadas en albergues y pabellones de la zona. El Departamento de Interior de la Generalitat ha confirmado que varios equipos de bomberos siguen trabajando en la zona -incluídas varias unidades del Gobierno francés- para intentar sofocar lo que el propio Felipe Puig ha definido como el "peor incendio de los últimos 25 años". Se espera que a lo largo de la mañana los medios aéreos de extinción se unan a la labores en la zona, sobre las que el presidente catalán Artur Mas, ha dicho que espera que se puedan controlar.

El punto más dramático se dio en Portbou, donde decenas de personas se han quedado atrapadas por el fuego en la carretera que bordea la población y, presas por el pánico, se han lanzado al mar desde los impresionante acantilados que hay en esa zona de la Costa Brava. Una de ellas, una chica de 15 años, ha muerto ahogada tras tirarse de un precipicio.

El otro fallecido, un hombre de unos 60 años, también se ha arrojado desde una gran altura y ah perdido la vida como consecuencia del fuerte impacto de la caída. Todo apunta que este incendio, menor que el de La Jonquera, aunque muy próximo, pudo ocasionarlo un coche estropeado que se recalentó cerca de una gasolinera. La tercera víctima mortal, un hombre de 75 años, de nacionalidad francesa, ha sufrido un ataque el corazón después de verse amenazado por las llamas mientras descansaba en el jardín de su casa en Llers (Girona). El hombre se ha visto rodeado por el fuego y no ha podido contener los nervios, que le provocaron un infarto que le ha causado la muerte. Tras ser trasladado al hospital, ha muerto a las pocas horas en el centro hospitalario.

Un herido en estado muy crítico

Además, un segundo ciudadano francés se encuentra en estado muy crítico, con el 80% de su cuerpo quemado y se debate entre la vida y la muerte. El hombre ha resultado atrapado por el fuego mientras colaboraba en las labores de extinción. Otras dos personas más que le ayudaban han sufrido daños personales, aunque en principio su gravedad no era tan preocupante. Además, al menos 22 personas han sido atendidas por Emergencia aquejadas de distintos dolencias y problemas. A esto se suma cerca de mil personas que han tenido que trasladarse

A última hora de la tarde, las llamas avanzan "sin control" en el incendio de La Jonquera, según fuentes de la Consejería catalana de Interior, y los bomberos estaban "desbordados" en las labores de extinción, del que se antojaba como el peor incendio del verano en Cataluña. Hasta el punto que el fuerte viento y el calor que hace en la zona del Alto y Bajo Ampurdán hacen temer que las llamas pudieran llegar a arrasar unas 25.000 hectáreas a lo largo de la noche, ya que el fuego se aproxima a la población de Figueres, es decir, unos 30 kilómetros más allá del punto de inicio.

Cientos de personas, confinadas

Las autoridades decretaron el confinamiento en sus casas a todos los ciudadanos de la comarca del Alto Ampurdán. Asimismo, los Mossos d'Esquadra desalojaron una casa de colonias en Estanys de Capmany (Girona) y trasladaron a los 74 menores y los 17 adultos que había en su interior a la base militar de Sant Climent Sescebes.

El fuego afectó las comunicaciones por autopista (AP-7) y tren de alta velocidad con Francia, que durante toda la tarde permanecieron cortadas, lo que causó grandes colapsos circulatorios. La Consejería de Interior informó que el fuego de La Jonquera comenzó en territorio francés, en El Pertús, junto a La Jonquera, y que desde la una de la tarde, y empujado por la fuerte Tramuntana, se extendió por territorio español. Según la Consejería de Interior, los medios aéreos veían impedidas las labores de extinción del fuego por culpa del fuerte viento y el humo.