El señor de los sombreros
El creador de tocados más conocido del mundo expone en Madrid. Ha cubierto, entre otras, las cabezas de Sarah Jessica Parker o Isabel II
MADRID Actualizado: GuardarSolo el más prestigioso diseñador de sombreros, Philip Treacy, podría ser el nexo entre la recia Isabel II y la excéntrica Lady Gaga. El transgresor irlandés llega a España, uno de sus principales mercados tras la boda de los Príncipes de Asturias, para exponer treinta de sus obras, entre las que no se podrá ver el casco 'fascinador' que lució Beatriz de York en la boda de los Duques de Cambridge, punto de inflexión en la carrera de Treacy al convertirse en el foco de las críticas más ácidas, de las que salió fortalecido cuando el tocado se subastó por 99.000 euros, el precio más alto jamás pagado.
- Sarah Jessica-Parker, la Reina de Inglaterra... ¿Quién ha sido su clienta más fiel?
- Isabela Blow, editora de revista 'Vogue' en Reino Unido y mentora de Alexander McQueen. Me encanta el espíritu con el que se ponía los sombreros, era como si no los llevara, eran parte de ella. Ella creía en el creador, no en el marketing que había detrás, no le interesaban los grandes predicadores de moda. Era diferente al resto de la gente, me inspiraba mucho.
- ¿Qué personajes le han ayudado a llegar al público?
- Grace Jones, que es una persona muy interesante con la que trabajar, y Lady Gaga, en una forma muy distinta, para un público más joven. Una foto de Lady Gaga llega a 20.000 personas en un instante, eso es algo único.
- ¿Prefiere crear para la Duquesa de Cambridge o para Lady Gaga?
- Ambos son interesantes. La diversidad de mi trabajo es lo que lo hace divertido. Un día estoy haciendo un sombrero para una madre que va a asistir a una boda y otro día lo estoy creando para un miembro de la familia real inglesa o una estrella de la canción.
- El tocado de Beatriz de York en la boda del Príncipe Guillermo fue muy criticado...
- Es difícil diseñar algo para que les guste a tres billones de personas, pero a pesar de todo ese tocado se ha convertido en un icono y es el sombrero más caro de toda la historia. Su imagen dio la vuelta al mundo, es conocido por todos. Además, ayudó a una obra de caridad, así que no me puedo enfadar por lo que ocurrió.
- ¿Alguna 'celebrity' ha llegado a las manos por hacerse con una de sus obras?
- Sí, ha existido alguna discusión, pero para mí es como un cumplido. Si Isabella Blow estuviera viva estaría enfadadísima con Lady Gaga, porque se parecen mucho y sus gustos coinciden. A ninguna mujer le gusta llevar lo mismo que otra, es muy interesante lo territoriales que se vuelven algunas personas por un sombrero. Trabajo con las mayores divas del mundo, y no es fácil, me complican la vida, pero en el fondo lo disfruto, me gusta trabajar con la gente más increíble del siglo XXI.
- ¿Qué cliente famoso le ha sorprendido?
- La actriz Elizabeth Taylor me impresionó para bien. Esperaba una persona muy difícil, y seguro que tiene sus dificultades, pero era divertidísima, muy dulce y ¡muy inteligente! Pude tener una conversación privada con ella y me impresionó.
- ¿Las divas le causan muchos quebraderos de cabeza?
- Me los da la gente que está muy preocupada por su imagen, y llegan a ser un poco aburridas. Te desilusiona descubrir que algunas celebridades no tienen nada de encanto y son bordes.
- ¿Cómo le va en España?
- El diseñador Miguel Palacio me invitó hace diez años a diseñar unos sombreros para la boda de los Príncipes de Asturias. Antes de este evento vendíamos poco en España, ahora vendemos mucho porque la mujer española ha empezado a comprender que es un complemento bellísimo, un accesorio glamuroso. Las mujeres aquí aman el glamour más que en otros países. Es un símbolo de la positividad en tiempos difíciles. Los sombreros hacen a la gente feliz.