Calamaro bromea en Twitter: «Le quité la vida a un yonqui»
Según su representante, la afirmación realizada por el cantautor en su cuenta de la red de 'microblogging' "formaba parte de juego"
MADRID Actualizado: GuardarEl músico argentino Andrés Calamaro ha confesado mediante Twitter que años atrás mató a un joven drogadicto en Madrid. Sin embargo y según ha informado su representante, tan solo se trataba de una broma del artista. En este momento el roquero, que habitualmente publica mensajes en tono polémico en la red social, se encuentra en Buenos Aires grabando un nuevo disco.
"No es un grato recuerdo, pero hace ya bastantes años, en un altercado callejero, pues le quité la vida a un yonqui (drogadicto) en Madrid", ha escrito Calamaro, de cincuenta años de edad, desde su cuenta @Barksdale666. Despúes de ese, ha añadido el siguiente 'tuit': "Malasaña y Chueca estaban tupidos de yonquis con jeringas colgando clavadas. Te encaraban si podían, o intentaban robarte en un cajero".
Al parecer, todo responde a "un juego", según confirma su representante Olga Castreno. "El Twitter de Andrés es un lugar en el que él juega y bromea. Andrés estaba componiendo una canción y empleó una imagen que venía de la película 'American psycho' en la que, ahí sí, asesinaban a un heroinómano. Es una locura cómo se ha extendido la noticia".
Fueron varios 'tuits' los que siguieron al inicial dando detalles sobre la supuesta broma: "Aunque filosóficamente es interesante, y no es nada del otro mundo; le quité la vida a alguien y tampoco estoy demasiado orgulloso de eso", ha escrito el compositor y cantante, conocido como 'Salmón', sin precisar el momento del supuesto episodio o nada que indique que se trataba de un juego fantasioso. Más adelante, en la misma cuenta, el extecladista del mítico grupo argentino 'Los Abuelos de la Nada', ha continuado diciendo que "aquella vez fue puro instinto, yo quería defender a los que estaban conmigo. No hubo casi pelea, digamos que lo maté como a una rata"
En posteriores mensajes ha insistido en que "ahora siente mucha piedad, incluso pena, por ese vagabundo adicto que dejé muerto en la calle" y ha revelado que "no fue ni una pelea, a las trompadas, empujones, patadas... y reventarle la cabeza contra el cordón de la vereda". Ha afirmado que "ya no era rabia lo que sentía, con la mente en blanco trataba de sacarme un problema de encima, Madrid estaba tupida (llena) de yonquis".