Interior de la Bolsa de Madrid. / Susana Vera (Reuters)
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Los mercados mantienen la confianza

El selectivo gana 0,31% y se sitúa al filo de los 7.100 enteros, mientras que la prima de riesgo supera los 480 puntos, sin llegar a los temidos 500

MADRID Actualizado: Guardar
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Las dos cuestiones que podían complicarse lo hicieron. A uno y a otro lado del Atlántico. Así, por un lado, en la solución de la crisis europea volvieron a saltar dificultades, mientras la situación económica de Estados Unidos se deteriora con tal fuerza que la probabilidad de la recaída en una recesión va aumentando conforme pasan las semanas. Pero, con todo y con eso, los índices de renta variable europeos terminaron la sesión en positivo. Los efectos de la cumbre europea de la semana pasada siguen haciéndose notar en el mercado, además de la esperanza en que el Banco Central Europeo ponga de su parte una vez que los políticos se han puesto de acuerdo para avanzar en su unidad.

Los inversores dejaron de lado (aunque a medias) el aviso de Finlandia y Holanda, que bloquearían el uso de los fondos de rescate para comprar bonos y, de esta manera, estabilizar la situación de los países con más problemas en los mercados. El portavoz de Asuntos Económicos, Simon O'Connor, respondió que la decisión de activar la compra de deuda debe adoptarse por unanimidad de los países del euro, excepto en los casos en que sea necesario actuar de forma urgente para salvaguardar la estabilidad de la zona euro. En esa situación, el fondo puede ponerse en marcha por una decisión de los Estados miembros que representen el 85% del capital suscrito.

Lo más fácil, en realidad, sería que el Banco Central Europeo hiciera algo de una vez, aunque ya lleva cuatro meses seguidos sin intervenir en el mercado de deuda. Él es el único actor económico con poder plenipoteciario para frenar la especulación contra los bonos periféricos. Los analistas de Royal Bank of Scotland esperan que en la reunión de esta semana bajen los tipos de interés, pero no que tome medidas más drásticas. Quizás sea pronto para una nueva inyección masiva de liquidez. O para un anuncio de compra masiva de deuda pública.

Las malas cifras económicas de la zona euro justifican una actuación más contundente. La actividad industrial se contrajo en la zona euro por undécimo mes en junio según indica el índice de gestores de compras (PMI). Aunque batió expectativas, al situarse en los 45,1 puntos, por encima de los 44,8 puntos anteriormente estimados para el mes de junio, la lectura es inequívoca: contracción económica. En España, además, la lectura del PMI fue la peor de los últimos 37 meses, lo que avala la opinión del Banco de España y del ministro de Economía, Luis de Guindos, que consideran que la recesión se agravó en el segundo semestre.

Estados Unidos da la peor sorpresa

Mal que bien, los datos económicos de la Unión Europea nos los esperábamos. Pero no los de Estados Unidos. Allí la situación económica se complica. El índice de actividad del sector manufacturero se hundió desde los 53,5 hasta los 49,7 puntos, con lo que entró en fase contractiva por primera vez en los tres últimos años. Y por sorpresa, dado que los analistas esperaban que ese indicador se situara en los 52 puntos. La probabilidad de una recaída de Estados Unidos en recesión aumenta cada día.

En Asia también conocimos cifras industriales y parece que el mercado se las tomó mejor, aunque las de China muestran contracción. Las de Japón fueron mejores.

Pero, pese a todas estas malas noticias, los índices de renta variable terminaron al alza. El que más ganó fue el PSI-20 de Lisboa, que registró una revalorización del 2,29%. A continuación, el Cac 40 francés, que avanzó un 1,36%. El Ftse 100 británico y el Dax alemán avanzaron alrededor de un 1,25%. Los que peor se comportaron, el Ibex-35 y el Ftse Mib de Milán, que subieron un 0,31% y un 0,24%, respectivamente, tras estar debatiéndose entre los números rojos y los verdes durante toda la sesión.

Los índices estadounidenses, en cambio, sí apostaban al rojo, aunque los descensos no eran muy llamativos. En el selectivo español, Red Eléctrica lideró los avances, con una revalorización del 5,32%. El grupo estatal chino State Grid ha mostrado interés por la compra de esta empresa y de Enagás. Esta última ha tenido que conformarse con un avance inferior, de apenas un 0,8%. A continuación se ha situado Gamesa, con una subida del 3,62%. Da la casualidad de que el fabricante de aerogeneradores y Red Eléctrica colaborarán con China en la puesta en marcha de un parque eólico experimental.

Subidas de más de un 3% también para Saycr Vallehermoso y para Grifols. Bankia fue el más rentable de los bancos con una subida del 2,27%. Acerinox, FCC y Dia también ganaron más de un 2%.

Entre los grandes valores, el mejor fue Repsol, que subió un 1,07%. Santander avanzó un 0,56%, Telefónica, un 0,34%, y BBVA, un 0,11%. Los únicos de los "blue chips" que terminaron la sesión en rojo fueron Iberdrola, que se dejó un 0,03%, e Inditex, que perdió un 0,21%.

En el otro lado de la tabla, el peor valor fue ACS, que retrocedió un 2,87%. A continuación, el Popular, que se dejó un 0,73%. Pero muy pocos valores más terminaron la sesión en negativo: IAG, Indra, Bankinter y Mapfre.

En el Mercado Continuo, los valores que más ganaron fueron Natra y Natraceutical, con ganancias de un 7,23% y de un 6,82%, respectivamente. Gustaron los avances que hizo Natra respecto a sus cuentas entre enero y mayo en la junta general de accionistas. Jazztel y Alba, con ganancias de más de un 5%, completaron la lista de valores que subieron más que Red Eléctrica.

Adiós a la mejora en la deuda

Si en Bolsa no hubo muchos destrozos, en la deuda se frenó la mejora e, incluso, se dio la vuelta. La prima de riesgo de España, que llegó a caer hasta los 455 puntos básicos, al cierre se situaba en los 485, diez puntos por encima del nivel de cierre del viernes. El interés del bono a diez años subió hasta el 6,37% desde el 6,32% del día anterior. La prima de riesgo de Italia no cerró por encima de los niveles de cierre del viernes: se mantuvo en el entorno de los 420 puntos básicos.

La rentabilidad del bono alemán a diez años bajó hasta el 1,51% desde el 1,58% tras los datos americanos. También bajó con fuerza la rentabilidad de su equivalente estadounidense, ante las menores perspectivas de crecimiento. Pero es que, en conjunto, bajaron todas las rentabilidades de los bonos, salvo los de España. Pese a todo, el coste de los seguros contra el impago de España bajaron.

En el mercado de materias primas, el deterioro económico también pasó factura: el barril de Brent, de referencia en Europa, cayó un 1,8% y por debajo de los 96 dólares. El barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, se desplomó cerca de un 3%, hasta los 82,49 dólares. El cobre y el oro también cotizaban a la baja, pero los porcentajes de descenso eran mucho más reducidos. En el mercado de divisas, el euro perdió el nivel de 1,26 dólares. Pese a la decepción estadounidense, el euro es la moneda arriesgada, por lo que el dinero voló al billete verde.