Felicidades, ‘Bricomanía’

Llega el verano y muchos se deciden, a pesar de la crisis, a darle una vuelta a la decoración del hogar. Una caseta nueva para el perro, color en las paredes o algún mueble que siempre viene bien para dejar las llaves o guardar los zapatos al llegar a casa. Pero la vida no está barata y, a veces, ir a comprar ese capricho nuevo y transportarlo hasta casa sale carísimo o simplemente no se adapta al espacio en el que teníamos pensado colocar el recién adquirido bártulo.

Pues bien, desde 1994 hay un programa muy apreciado, emitido durante esos queridos fines de semana, que se ha convertido en la biblia para los manitas de la casa. ‘Bricomanía’ lleva ya casi veinte años en la parrilla, ahora los sábados en Antena 3, enseñando cada mañana a tunear muebles viejos, envejecer los nuevos o crear estupendas y originales estanterías con lo que, a simple vista, parecen tres palos cualquiera.

Y no solo muestra el proceso entero, desde “los listones, el serrucho y aquel pegamento con el que mancharse las manos” hasta un arcón inmaculado que podría haber salido de un catálogo de ZARA Home, sino que además Iñigo Urreaga al principio y ahora Kristian Pielhoff consiguen que parezca fácil.

El 20% de share con el que ‘Bricomanía’ inauguró sus emisiones, ha ido menguando a la vez que la tele iba creciendo e incorporando nuevos géneros y productos a la programación. Sin embargo, el tímido 1,5% de media que anota los sábados junto a los casi veinte mil seguidores de la página en Facebook, parecen dejar claro que el programa no está pasado de moda y que aún cuenta con fieles fans dispuestos a mancharse de serrín para crear un porche de ensueño. Por supuesto además aderezado con unos buenos consejos de jardinería de la mano de Iñigo Segurola, un seguro de vida para las plantas de los urbanitas más descuidados.

Este sábado, Pielhoff y Segurola celebraron el programa número 700 de ‘Bricomanía’. El primero propuso para celebrarlo un trabajo realmente original y muy veraniego. Una bonita y decorativa fuente de hormigón, cuya estructura imita un hito kilométrico. El segundo vistió el jardín de alegres flores rosas, fruto de una planta apta para el periodo estival.