El fuego arrasa 20.000 hectáreas y avanza hacia una pirotecnia
VALENCIA Actualizado: GuardarEl incendio forestal iniciado el jueves en Cortes de Pallás afecta ya unas 20.000 hectáreas. El incendio, que se extiende ya por casi una decena de municipios (Cortes de Pallás, Dos Aguas, Turís, Macastre, Montroi, Yátova, Alborache, Catadau y, según el alcalde de esta última localidad, Juan Bisbal, ya ha alcanzado el término municipal de Tous y que "dentro de poco" llegará a Carlet) avanza hacia la pirotecnia Quiles de Turis. La zona donde se ubica la pirotecnia de Turís ha sido desalojada ante la cercanía de las llamas y el peligro que supone que alcancen estas instalaciones.
El fuego se extiende ya por casi una decena de municipios. Cortes de Pallás, Dos Aguas, Turís, Macastre, Montroi, Yátova, Alborache, Catadau y, según el alcade de esta última localidad, Juan Bisbal, ya ha alcanzado el término municipal de Tous y que "dentro de poco" llegará a Carlet.
Esta mañana la Guardia Civil ha empezado a llamar a todas las viviendas de las urbanizaciones Lloma Molina y Lloma Pagà, en término de Catadau, conminando a sus residentes a abandonar las casas ante el peligro que supone la cercanía de las llamas del incendio forestal iniciado el jueves en Cortes de Pallás y que ya afecta a más de 7.000 hectáreas de ocho municipios (Cortes de Pallás, Dos Aguas, Turís, Macastre, Montroi, Yátova, Alborache y Catadau).
Horas después, hacia la una de la tarde, la orden de desalojo se extendía a las urbanizaciones de Llombai La Ponderosa, La Atalaya y San Antonio. Y es que, según informaban los efectivos de la Benémerita a los vecinos, una lengua de fuego se acercaba hacia Catadau y otra hacia Llombari.
Hasta ayer, unas 900 personas habían sido desalojadas y el humo obligaba a cortar cuatro carreteras. En Andilla, otro fuego obligó a evacuar a unos 200 vecinos del pueblo y cuatro aldeas cercanas. Esta mañana efectivos de la Guardia Civil vigilaban en la urbanización Altury de Turís para evitar robos en los chalés evacuados. No obstante, a primera hora de la tarde de hoy los desalojados de las urbanizaciones Altury, de Turís, y Balcón de Montroi, de Montroi, han podido regresar a sus casas, según ha informado la Generalitat.
Tareas de extinción
Cerca de 1.100 medios terrestres y unos 30 aéreos trabajan en la extinción del incendio y las tareas se centran en intentar estabilizar el fuego para frenar su avance, ha explicado el conseller de Gobernación, Serafín Castellano. Los medios y efectivos antiincendios desplegados en Cortes de Pallás, Dos Aguas, Turís, Macastre, Montroi, Yátova y Alborache se encontraron ayer con numerosas dificultades para controlar las llamas debido a las condiciones meteorológicas, especialmente por las altas temperaturas, la escasa humedad y el viento de poniente. Los medios aéreos que se retiraron anoche al oscurecer se han ido incorporando hoy desde primera hora.
La lluvia de cenizas llegó ayer hasta la ciudad de Valencia, pero también ha hecho presencia en numerosos municipios de l'Horta y después en las localidades de la Ribera, que esta mañana amanecían con una 'neblina' de humo y con las calles llenas de restos y cenizas. Hay que remontarse casi dos décadas para recordar un incendio de dimensiones tan infernales en los montes valencianos. El fuego arrasó 25.000 hectáreas de masa forestal en ocho días en el verano de 1994.
La prioridad ayer era evitar que las llamas alcanzaran las casas de los pueblos y urbanizaciones, pero no lo consiguieron en Turís, donde ardieron algunos chalés y parcelas. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente envió medios aéreos y terrestres para colaborar en las tareas de extinción. Cinco aviones anfibios con una capacidad de descarga de 5.500 litros de agua, y dos helicópteros bombarderos con una carga de 4.500 litros trabajaron en la zona afectada, según informaron fuentes gubernamentales.
Desalojo y detención
Uno de los principales frentes activos del incendio obligó a desalojar las urbanizaciones Balcón de Montroi y Altury de Turís. Las llamas afectaron a varios chalés pese al esfuerzo de los brigadistas y bomberos. Un vecino de esta última urbanización fue detenido por la Guardia Civil por negarse a desalojar su casa. Tras no conseguir que entrara en razón, los agentes se vieron obligados a arrestar al hombre para garantizar su seguridad. Dejarlo en el chalé suponía un grave riesgo para este vecino por la proximidad del fuego.