elecciones

Thóra, la fuerza pujante de la mujer en Islandia

Joven periodista y madre de seis hijos, la aspirante a la presidencia ejemplifica el ascenso imparable de las mujeres a los cargos de poder

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Islandia, con tan solo 320.000 habitantes, saltó al primer plano de la actualidad internacional por la forma heterodoxa con que hizo frente al colapso financiero. Los tres bancos principales del país fueron a la quiebra y su sistema financiero se desplomó, pero la presión popular hizo que los ciudadanos no cargaran con los errores de sus banqueros. Tras la dimisión del Gobierno en pleno, se convocaron nuevas elecciones, se nacionalizó la banca y se decidió que la población se pronunciase en referéndum sobre las decisiones económicas trascendentales. Los responsables económicos y políticos, fueron llevados ante los tribunales -entre ellos el primer ministro, que fue absuelto- y se procedió a la redacción de una nueva Constitución que tuviese en cuenta los errores cometidos.

Pese a los negros augurios, durante el primer trimestre de este año, la economía islandesa ofreció datos sorprendentes. Impulsado por un aumento en las exportaciones, el turismo y el consumo interno, el PIB creció un 2,4% intertrimestral en los primeros tres meses del año para llevar la expansión anual a un 4,5%, el más alto desde el primer trimestre desde 2008. Los problemas no han desaparecido y la deuda pública sigue suponiendo el 100% del PIB, la deuda privada es alta y la inflación no acaba de controlarse. Sin embargo, a los anteriores buenos datos hay que añadir el adelanto del pago de sus compromisos al FMI y la devolución del grado de inversión por parte de las tres agencias de calificación.

Con este esperanzador panorama, Islandia celebra este sábado unas elecciones presidenciales en las que la sorpresa la ha protagonizado Thóra Arsnórsdóttir, de 37 años, una popular periodista de la cadena estatal de televisión, madre de seis hijos -tres de una anterior relación y otros tres de su nueva pareja- que tuvo que interrumpir su campaña electoral para dar a luz el 18 de mayo al más pequeño de sus retoños. Si gana, su compañero sentimental, el también periodista Svavar Halldórsson, será el que tome el permiso de paternidad para cuidar de los hijos. Puede que ese reparto de papeles esté detrás de la estadística que sitúa a Islandia como el país con mayor índice de natalidad de Europa, pero también como el de mayor porcentaje de mujeres que trabajan fueran de casa.

Históricamente, Islandia siempre ha estado a la vanguardia del reconocimiento de los derechos de la mujer, pero la crisis económica parece haber impulsado los vientos favorables. A principios de año, la revista 'Newsweek' calificó al país como el mejor del mundo para ser mujer en un ranking elaborado con datos del Foro Económico Mundial y de la ONU que mide la participación y el papel de la mujer en distintos campos: educación, sanidad, judicial, laboral, etc. En esta lista España figuraba en el puesto 44. En el ámbito político los datos son rotundos. Más del 40% de los diputados del Parlamento son mujeres y estas son además mayoría en el Gobierno. Desde 2009 la primera ministra es Jóhanna Sigurdardóttir y otra mujer, Ásta Ragnheiour, preside el Parlamento. Hace dos meses, Agnes Sigurdardóttir ganó las elecciones a obispo en la Iglesia Nacional luterana, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar el puesto.

Si gana hoy las elecciones, Thóra Arsnórsdóttir podría culminar este predominio de la mujer en los altos cargos del poder político y sería la segunda islandesa en ocupar la jefatura del Estado tras Vigdís Finnbogadóttir (1980-1996). Sin embargo, los últimos sondeos le son adversos y todo apunta a un triunfo de Ólafur Ragnar Grímsson, presidente los últimos 16 años.