Polonia y Grecia viven de recuerdos
Los anfitriones sueñan con revivir sus años dorados y los helenos, campeones hace ocho años, “dar un alegría” a un pueblo sacudido por la crisis
VARSOVIA Actualizado: GuardarCon arbitraje del ingeniero industrial madrileño Carlos Velasco Carballo, la Eurocopa alza el telón este viernes. El duelo de apertura enfrenta a Polonia, ilusionada anfitriona que sueña con revivir su época dorada de los años setenta y ochenta, y un combinado heleno que “ansía dar una alegría al pueblo griego”, tal y como enfatiza su técnico, el portugués Fernando Santos.
“Por supuesto que habrá presión, tiene que haberla y también existiría si el torneo no se disputara en nuestro país”, afirma, sin ambages, el seleccionador local, Franciszek Smuda, en un intento de atemperar los nervios de sus jugadores, 19 de ellos forjados en Ligas exteriores. Pese a los muchos años que lleva Polonia sin brillar en un torneo internacional, se encuentra ante la ocasión perfecta para recuperar el tiempo perdido desde que fue tercera del mundo en las ediciones de Alemania'74 y España'82.
Hace ya 38 años, con el portero Jan Tomaszewski y el talento de los atacantes Lato, Szarmach y Gadocha, los polacos acabaron líderes de su grupo mundialista, por delante nada menos que de Argentina e Italia. En la segunda fase eliminaron a Suecia y Yugoslavia, para caer en semifinales ante la República Federal Alemana, por un gol del mítico 'Torpedo' Muller. Acabaron terceros tras superar a Brasil en la consolación. Idéntica clasificación obtuvieron en el gran campeonato español, donde cayeron en semifinales ante Italia y luego vencieron a Francia.
Recorrido olímpico
La era gloriosa, siempre en época comunista, alcanzó un enorme recorrido olímpico, con el oro en los Juegos de Múnich'72, y la plata en Montreal'76. Quitando la plata de ley lograda también en los Juegos de Barcelona, en los últimos treinta años los polacos solo han generado desilusión. Compitió en los mundiales de Corea del Sur y Alemania, tras exitosas fases de clasificación, pero completó torneos decepcionantes.
En el presente equipo polaco sobresale la columna vertebral que integran Szczesny, portero del Arsenal, y los tres emergentes futbolistas que se han coronado campeones de la Bundesliga y de la Copa alemana con el Borussia Dortmund: el defensa Piszczek, seguido por Mourinho, el centrocampista Kuba Blaszczykowski y el delantero Robert Lewandowski. Smuda, central de aquella gran selección polaca, también deja hueco para jóvenes valores como Wolski, fino centrocampista del Legia de Varsovia, de solo 19 años. “Cada torneo presenta a nuevas estrellas y creo que en éste van a brillar dos o tres de los nuestros”, afirma el técnico.
'La presión, del anfitrión'
“Toda la presión es para ellos al ser los anfitriones y tratarse del debut”, proclaman, de forma unánime, los griegos. “Si estamos bien, no hay nada que temer”, subraya el portero Kostas Chalkias, de 38 años y junto, a los veteranos Katasouranis y el capitán Karagounis, únicos supervivientes de la plantilla que se proclamó campeona hace ocho años.
Si aquel conjunto del alemán Otto Rehhagel conquistó Europa con una apuesta ultradefensiva, el de Santos es algo más valiente. “Nuestra fuerza es la defensa, pero comienza en un buen ataque”, explica este ingeniero portugués que llegó a mediados de 2010 para reemplazar al 'héroe nacional' y en las eliminatorias logró clasificar al equipo como líder invicto de su grupo, por delante de Croacia.
“Los jugadores se merecen estar en la Eurocopa y me transmiten confianza sobre la posibilidad de dar una alegría al pueblo griego. Se lo pondremos difícil a cualquiera. Nadie es mucho mejor que nosotros”, apuntó el seleccionador, en tono desafiante. Esta competición supone un pequeño paréntesis en el sufrido día a día de los griegos, sacudidos por la crisis económica que ha provocado un deterioro constante de las condiciones de vida de buena parte de la población.
Aunque la selección pretende revivir sus mejores días y parece nos ser víctima de la crisis y los recortes, la situación sí pasará factura al numero de apoyos a Grecia durante la Eurocopa. Se espera que solo entre 3.000 y 5.000 hinchas helenos viajen a Polonia para animar a sus ídolos. Para los supersticiosos, un dato anima al optimismo. En 2004, cuando Grecia jugó el partido inaugural ante el anfitrión, se impuso 2-1 a Portugal y acabó campeona.