RELACIONES BILATERALES

Merkel y Putin piden una «solución política» para Siria

El presidente ruso niega que su país esté suministrando armas susceptibles de ser empleadas en una guerra civil

BERLÍN Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente ruso, Vladímir Putin, han destacado su interés común en una "solución política" para Siria, sobre la base del plan de paz del enviado especial de la ONU, Kofi Annan.

"Nuestro interés común es respaldar el plan de Annan para superar el escenario actual del conflicto", ha señalado Putin, en una conferencia de prensa conjunta con Merkel, al término de la reunión mantenida por ambos líderes en la Cancillería alemana.

El presidente ruso ha negado categóricamente que su país esté suministrando a Siria armas susceptibles de ser empleadas en una guerra civil y también que se comporte como un aliado del régimen de Bachar El-Asad. Moscú "no está "apoyando" al régimen porque no está "respaldando ninguna de las partes en conflicto", ha dicho Putin, sino que trabaja para evitar "una escalada de violencia" que degenere en una "guerra civil".

Evitar nuevas masacres

"Trabajamos para evitar nuevas, horribles masacres como la de Hula y estamos convencidos de que ello debe hacerse la base de una solución política", ha insistido Merkel, quien antes de la llegada de Putin había anunciado su propósito de hacer valer su influencia para que Moscú se una a la presión internacional sobre el régimen sirio. "Tenemos que hacer absolutamente todo lo políticamente posible para evitar una guerra civil", ha enfatizado Merkel, para quien el plan de Annan es el "punto de partida adecuado" para conseguirlo, aunque, ha añadido , "llegado el caso deberemos adoptar medidas políticas adicionales". La canciller alemana ha hecho una y otra vez hincapié en la palabra "política", de acuerdo al hasta ahora rechazo tácito de Berlín a cualquier intervención militar.

Putin llegó a Berlín procedente de Bielorrusia, en su primera visita al exterior tras su nueva elección como presidente, y seguirá viaje este mismo viernes a París, donde se entrevistará con su homólogo, François Hollande, quien en días pasados no descartó una intervención militar en Siria.

El Gobierno de Merkel ha rechazado hasta ahora toda opción militar, al igual que Moscú, uno de los últimos aliados que le queda a Damasco. Desde esta relativa cercanía, y desde la posición de buenos aliados comerciales y políticos, el Ejecutivo de Merkel pretende mover a Moscú a que se sume a las presiones internacionales sobre Damasco.

Rusia, junto con China, se opone hasta ahora a un endurecimiento de las sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, así como a cualquier intervención de la ONU para poner fin a la violencia en Siria.