Rehn, en el Parlamento europeo. / Patrick Seeger (Efe) / Atlas
España, ante la crisis

Bruselas pide subir los impuestos para relajar el déficit

Olli Rehn dará a conocer el dictamen sobre los ajustes de Madrid, aunque muchos esperan que aplique la política del "palo y la zanahoria"

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La Comisión Europea ha presentado una durísima batería de recomendaciones económicas para España. El Ejecutivo comunitario reclama que se acelere el retraso en la edad de jubilación, se apueste por una nueva vuelta de tuerca en la reforma laboral y se considere una subida del IVA. Las exigencias, que deberán ser refrendadas por los socios comunitarios, responden a la delicada situación de la economía española. Con estas medidas, Bruselas cree que el país podría enderezar su rumbo y pensar en volver a crecer.

La Comisión estima que la reforma de las pensiones aprobada el año pasado representa un “paso importante” para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas. Ante el impacto de la nueva recesión, sin embargo, defiende que se adelante la entrada en vigor de la jubilación a los 67 años. De esta manera, Bruselas sostiene que se ayudará a combatir el desequilibrio presupuestario y a reducir progresivamente el déficit.

En el plano de los impuestos, las recomendaciones europeas censuran el último aumento del IRPF porque va en contra de los criterios de la UE. A juicio de la Comisión, para la economía sería mucho más saludable incrementar los impuestos indirectos como el IVA. En este contexto, aboga por reducir la lista de productos a los que se les aplican tipos reducidos (8%) y superreducidos (4%). Los ingresos por IVA en España ascendieron al 5,5% del PIB en 2010, el porcentaje más bajo de toda la Unión.

La reforma laboral es otra de las cuestiones que analiza en profundidad el documento comunitario. Aunque admite que se trabaja en la dirección correcta, Bruselas carga contra el sistema de negocación colectiva. Considera que todavía permite aumentos automáticos en los salarios en función del IPC, un modelo de actualización que ha criticado duramente en los últimos años. En cuanto a la nueva indemnización por despido, que se rebajó en algunos casos a 20 días, el Ejecutivo comunitario sostiene que se queda corta. En su opinión, los trabajadores fijos tienen todavía demasiada protección si se compara con los temporales.