Medio vacía o medio llena
La economía española se encuentra en el foco de los mercados
Actualizado: GuardarDurante los últimos días, meses y años venimos siendo testigos del deterioro progresivo de la economía española. Nivel de paro desbocado: el 24% de la población activa está desempleada. Economía en recesión: las tasas de crecimiento anual del PIB han sido negativas en los dos últimos trimestres (-0.3%durante el primer trimestre de 2012 y -0,2% en el cuarto trimestre de 2011) y se vaticina una desaceleración todavía mayor en 2012 (-1.6% del PIB según previsiones de la OCDE). Déficit Público por las nubes: alcanzó un 8,9% del PIB en 2011. Y un sistema financiero muy tocado a causa de un elevado endeudamiento, muy concentrado en el sector inmobiliario y con un desfase temporal entre la deuda de las entidades financieras (que suele ser a corto) y sus activos (que acostumbran a ser proyectos a largo plazo)
Esta debilidad de la economía española la aprovechan los mercados (los hay que viven de esto) castigando las emisiones de deuda española (la prima de riesgo del bono a diez años no baja de los 500 puntos básicos) y los valores de las empresas cotizadas. Hasta aquí, la botella medio vacía.
Pero no es menos cierto que lo anterior el hecho de que, en la medida en que la economía española sigue en caída libre, estamos más próximos a iniciar la recuperación. El ejercicio de adelgazar la estructura pública, sobredimensionada en ocasiones debido a la inercia de una década de bonanza económica, es un sarampión necesario.
La racionalización del mapa bancario español y la separación de política y sistema financiero es un proceso que, aunque doloroso, es necesario realizar si se quiere disponer de unas entidades financieras con capacidad para realizar su función, de vital importancia para la economía: captar y prestar dinero.
Los esfuerzos que estamos realizando para salir del atolladero empiezan a ser valorados en Bruselas (quizá no les quede otro remedio) y empiezan a lanzarse mensajes de apoyo a la economía española: la posible aceptación por parte de las autoridades económicas europeas de que el Fondo de Rescate Europeo recapitalice directamente la banca es una buena prueba de ello.
Queda por ver qué ocurre con las políticas de estímulo a la demanda, que por el momento se hacen esperar, pero aún así, y en un alarde de optimismo vital, podemos intuir que la botella también empieza a estar medio llena…