Barcelona, capital mundial de la música
Comienza una nueva edición del Primavera Sound, el festival urbano de la música independiente
BARCELONA Actualizado: GuardarUna pequeña gran invasión está teniendo lugar en Barcelona. Se trata del Primavera Sound, un festival que desde hace unos días llena de música la ciudad, con conciertos en sus salas y en sus calles. Pero el grueso de su programación tendrá lugar entre el jueves y el sábado en el Parc del Fòrum, el recinto que acogió el Fórum de las Culturas en 2004, y que en tres días verá la llegada de más de 100.000 visitantes acumulados (fueron 123.000 en la edición de 2011).
Hace unas semanas se conoció la mala noticia de la suspensión de la actuación de Björk: la islandesa tiene problemas en los nódulos vocales y lleva un mes sin cantar (por ahora sí se mantiene su otra fecha española: el 22 de junio en la Cidade da Cultura de Santiago de Compostela). «Es la primera vez que nos sucede que uno de los artistas principales suspenda con tan poco margen de maniobra», explica Alberto Guijarro, uno de los tres directores del festival. «No hemos tenido capacidad de respuesta para sustituirla, porque las giras ya están cerradas desde hace meses». La organización ofreció devolver el importe de las entradas del sábado, día que iba a intervenir Björk, pero no han recibido demasiadas peticiones para ello. La explicación es que poca gente va al Primavera Sound por un solo nombre del cartel. De hecho, seis meses antes de su celebración ya se han vendido habitualmente miles de abonos a precio reducido: estos días ya cuesta 195 euros más gastos de distribución. «El grueso del público viene a descubrir grupos nuevos», afirma Guijarro. «Eso es lo que nos ha dado esa reputación por la que podemos vender muchos miles de abonos sin que se haya anunciado la programación. Ha sido un trabajo lento, de año tras año, manteniendo una línea que el público ha reconocido», añade.
Así, en la edición de 2012 se anuncian clásicos veteranos (como The Cure, el viernes) o modernos (como los habituales Wilco, el jueves), además de estrellas de nivel mediano como Rufus Wainwright, Franz Ferdinand y el compositor Yann Tiersen, reuniones de artistas de culto (Mazzy Star, Afghan Whigs) y grupos emergentes como The XX o Veronica Falls. Guijarro recomienda, entre los nombres menos conocidos, a un músico sudafricano, Spoek Mathambo: «Hace una mezcla de hip-hop, pop y electrónica experimental muy interesante». Entre los 250 artistas de este año, sorprende la inclusión de grupos como Napalm Death, pioneros del death metal, o los noruegos Mayhem, grandes del black metal, estilos extremos a priori alejados de la estética indie del evento. Guijarro tiene una explicación a esto que él mismo define como «provocación»: «Cada año incluimos estilos musicales que puedan incomodar un poco a nuestro público, pensando que siempre hay interconexiones entre los diferentes sonidos. Es verdad que el Primavera nació de la escena independiente, pero rápidamente rompió esas fronteras. Cada año, este acto de provocación ayuda a crear nuevas visiones de la música».
Al margen del aspecto artístico, de los grupos que se subirán a los diferentes escenarios (incluido el de Minimúsica, dirigido al público infantil), un festival como Primavera Sound supone un indudable impacto económico para la ciudad en que se celebra. Un estudio de 2011 cifró su aporte en 68 millones, «una cantidad quizá mayor que la de otros festivles, porque al no ser de acampada, el público se hospeda en hoteles de diferentes categorías», cuenta el director.
Primavera Sound es también un festival apreciado por los profesionales de la industria musical, que se ha convertido en punto de encuentro de artistas, mánagers, editores, programadores y promotores, a los que se dedica una feria llamada Primavera Pro. Los propios músicos que van a tocar suelen doblar como público. Es el caso de Evripidis Sabatis, un griego de 32 años que en los nueve que lleva viviendo en Barcelona ha acudido en tantas otras ocasiones, tanto a tocar como a ver. Este año, su grupo de sensible pop orquestal Evripidis & His Tragedies, actuará otra vez en el festival. «Siempre es un honor. En un festival a veces no puedes hacer el mejor concierto posible, por limitaciones de tiempo, pero es guay verte en el cartel», aclara Sabatis, que ve el Primavera Sound como «el comienzo del verano» y destaca su carácter urbano: «Me vuelvo a casa cuando quiero y al día siguiente no tengo agujetas. No tienes que preocuparte por el cámping ni por el transporte».