Interior de la Bolsa de Madrid. /Fernando Alvarado (Efe)
MERCADOS | MADRID

Grecia arrastra al Ibex a los 6.700 puntos

El selectivo español cae más de 1% y pierde los 6.800 puntos tras conocer la celebración de nuevos comicios en el país heleno | La prima de riesgo se mantiene por encima de 470 puntos

MADRID Actualizado: Guardar
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La falta de acuerdo en Grecia para la formación de Gobierno ha desembocado finalmente en la celebración de nuevas elecciones a mediados del mes de junio. El gran triunfador de las pasadas elecciones pese a quedar segundo, Syriza, es el favorito de los electores según los sondeos de los últimos días. Este partido se ha mostrado partidario de que el país siga en el euro, pero en contra de la severa austeridad impuesta a cambio del rescate. Pero el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, se apresuraba a decir que si Grecia quiere seguir siendo parte de la Unión Monetaria, debe atenerse al cumplimiento de lo que ha firmado. Por lo tanto está claro cuál es el riesgo: su salida del euro. Y los males para todos los demás: el contagio.

Porque ayer se sufrió claramente ese contagio. En primer lugar, en la deuda pública. La prima de riesgo de España, que se mantuvo más o menos estable en torno a los 475 puntos básicos, saltó a los 490 en cuanto trascendió la noticia sobre la snuevas elecciones. Intentó relajarse un poco, pero al térmíno de la sesión se situaba en ese entorno, en los 487, que constituye un nuevo récord desde que echó a andar el euro. Ello implica que la rentabilidad de los bonos españoles a diez años saltó desde el 6,22% hasta el 6,35%. Y el coste de los seguros contra el impago, los CDS's, también marcaron un nuevo récord en los 546 puntos. El interés del bono alemán a diez años, que intentó repuntar ligeramente, se mantuvo cerca de su mínimo histórico situado en el 1,45%, en concreto, cerró en el 1,47%. La prima de riesgo de Italia también subió con fuerza: del entorno volátil alrededor del que se estuvo moviendo durante el día, a las tres de la tarde, la hora H, se disparó hasta los 440 puntos básicos. Y en ese nivel terminó la sesión.

Los plazos más cortos de la deuda también sufrieron. Así, la rentabilidad del bono italiano a cinco años superó la barrera del 5% por primera vez desde enero. El interés de la deuda española a ese mismo plazo se sitúa en el 5,44%. El lunes de la semana pasada era del 4,70%. El de la deuda alemana a cinco años es de un 0,5%. Por la deuda española a dos años, el mercado pide una rentabilidad del 4,11%. El lunes de la semana pasada era del 3,26%.

El euro también fue uno de los principales afectados por la noticia de su eventual ruptura por el “fleco” griego: comenzó la sesión cambiándose por 1,2840 dólares. Al cierre de la sesión europea se cambiaba por 1,276. En peligro el nivel de los 6.700 puntos del Ibex

En Bolsa el efecto fue fulminante. El selectivo español estuvo plano prácticamente durante toda la sesión. En concreto, jugando alrededor de los 6.800 puntos en un equilibrio que se percibía bastante débil. Hasta que llegó el mazazo: los mercados no digieren bien ni las elecciones ni las incertidumbres que conllevan. Entonces marcó un primer mínimo ligeramente por encima de los 6.650 puntos. Y, luego, tras un timidísimo rebote, en los 6.644 puntos. Al cierre, dio un último cambio en los 6.700,70 puntos. Con ello sí se rompen definitivamente los mínimos de 2009, porque en algún momento de una sesión de marzo, el indicador marcó los mínimos de ese año en los 6.702 puntos. Nuevo mínimo anual que profundiza nuestro viaje en el tiempo hasta 2003. Así las cosas, el descenso que ayer firmó el Ibex fue de un 1,60%.

El indicador español no fue el que más cayó. El verdadero desplome de la jornada se lo llevó el selectivo griego, que se hundió un 4,25%. A continuación, el Ftse Mib de Milán, que retrocedió un 2,56%. Le siguió el PSI-20 de Lisboa, con un retroceso del 1,86%. El que mejor sorteó la situación fue el Ftse 100 británico, que perdió medio punto porcentual. El CAC 40 francés se dejó un 0,61% y el Dax alemán, un 0,79%.

En el Eurostoxx 50, los bancos que más cayeron fueron Unicrédito e Intesa SanPaolo, que retrocedieron más de un 5%. A continuación, Société Générale, que retrocedió un 4,24%, mientras que BNP Paribas se dejó un 2,82%. Y ya después, los grandes bancos españoles: BBVA y Santander retrocedieron alrededor de un 2,5%.

En el Ibex, a los grandes bancos españoles les ganaron muchos otros valores en pérdidas. Así, el que más cayó fue IAG, con un desplome del 6,35%. Le sigue contaminando tener a Bankia como Accionista. Después, Gamesa, Mediaset y Sacyr Vallehermoso, que retrocedieron más de un 4% por tres razones: ser muy dependiente de la financiación, ser muy cíclica o tener mucha deuda. Después, constructoras, como Acciona y FCC, que perdieron un 3,81% y un 3,61%, respectivamente. Abengoa también retrocedió más de un 3%.

Entre las entidades financieras, la peor fue CaixaBank, con un descenso del 2,72%, seguida de Santander, Popular y BBVA, que perdieron alrededor de un 2,5%. Sabadell, por su parte, se dejó un 1,84%, mientras que Bankinter cayó un 1,54%. Bankia, al final, fue el mejor valor financiero de la sesión, con un recorte del 1,27%. A los otros “blue chips” no les fue bien: Iberdrola perdió un 2,26%, Telefónica, cerca de un 2%, y Repsol, un 1,34%.

En verde, sólo cuatro valores. Inditex fue el que más ganó, con una revalorización del 2,18%. A continuación, Dia, que se apuntó un 1,04%. Amadeus y Grifols completaron la lista de valores en verde con ganancias de un 0,92% y de un 0,27%, respectivamente. Entre los mejores, pero en rojo, sólo cuatro valores se dejaron menos de un punto porcentual: Técnicas Reunidas, Abertis, Ferrovial y BME.

Fuera del Ibex, el peor fue La Seda de Barcelona, que se desplomó un 22,58% tras haber presentado sus cuentas al cierre de la sesión anterior, seguido de Reyal Urbis y Solaria, que cayeron más de un 10%. En el otro lado de la tabla, Quabit, que ganó un 12%. Pasó desaparecibido que la zona euro esquivara la doble recesión

En definitiva, las que parecían que iban a ser las noticias económicas más importantes del día pasaron a un segundo plano. Por ejemplo, el PIB alemán, que creció un 0,5% en el primer trimestre, muy por encima del 0,1% previsto por los analistas. Fue Alemania, pues, lo que le salvó a la zona euro de entrar en recesión técnica, esto es, de encadenar dos trimestres consecutivos de contracción del PIB. Así, la economía de la zona euro sólo se estancó, frente a la caída del 0,2% trimestral que habían pronosticado los analistas consultados por Bloomberg. El PIB francés no brilló tanto como el alemán: se estancó en el primer trimestre, de acuerdo con lo previsto.

Los índices sí sufrieron un tropezón, que al principio sí pareció serio, pero que con las noticias que venían de Grecia, al final fue algo sin importancia, con la publicación del Zew, el índice que mide la confianza en la economía alemana. El que mide la situación actual batió expectativas, pero el que evalúa perspectivas se deterioró con fuerza desde los 23,4 hasta los 10,8, cuando se esperaba que se quedara en los 19. Y, en conjunto para la zona euro, pasó a terreno negativo: desde los 13,1 puntos hasta los -2,4.

Cal y arena en Estados Unidos

En Estados Unidos, hubo noticias mixtas: por un lado, la encuesta manufacturera de Nueva York, que subió desde los 6,56 hasta los 17,09 puntos, cuando se esperaba que se quedara en los 9 puntos. Las ventas al por menor crecieron un 0,1% en abril, de acuerdo con lo previsto. Lo malo es que el dato del mes anterior se revisó una décima a la baja. Además, si excluimos los automóviles de la medición, el incremento es de un 0,1%, por debajo del 0,2% previsto por los analistas. Y sin automóviles y gasolina, suben un 0,1%, dos décimas menos de lo esperado. En todo caso, estas cifras implican un severo enfriamiento con respecto a las de marzo. Aunque el indicador de confianza del sector de la construcción, el NAHB se disparó desde los 24 hasta los 29 puntos, tres más de lo que indicaba el consenso y en el nivel más alto de los cinco últimos años.

Las buenas noticias debieron de pesar más que las malas porque, pese a una apertura volátil en Nueva York, lo cierto es que parecía que los indicadores de Wall Street querían caminar al alza. Así lo hacían al término de la sesión europea.

En el mercado de materias primas, las subidas se mantuvieron en el caso del crudo. El barril de Brent, de referencia en Europa, se cambiaba al cierre por cerca de 112 dólares, una cifra que superaba por la mañana. El barril de West Texas cotizaba en Nueva York por encima de los 95 dólares.